José Alberto Laurencio fue procesado por tráfico de cocaína y marihuana. José Alberto Mrakava había sido detenido por presunto transporte de droga y luego fue liberado, pero en mayo volvió a caer por su vínculo con Laurencio
Tienen diferentes personalidades, pero los une el gusto por los autos. Incluso se llaman igual: José Alberto, uno es Mrakava (49) y el otro Laurencio (44). Los dos son obereños y están presos por causas federales relacionadas al narcotráfico. De los dos se hablaba hace rato, y al final los dos cayeron.
Mrakava fue detenido por primera vez el 21 de mayo del 2019, pero en aquella oportunidad no encontraron la droga que buscan en un camión de su propiedad. Igual quedó pegado por las armas, autos robados y unos 15 millones de pesos difíciles de justificar que encontraron en el allanamiento a su casa. Estuvo preso casi dos meses y lo liberaron… pero la investigación siguió.
Después cayó su tocayo Laurencio, quien en realidad venía siendo investigado al menos desde 2017, pero fue detenido el 23 de marzo del año pasado en Ituzaingó, donde posee varias propiedades.
Laurencio fue procesado por tráfico de estupefacientes (cocaína y marihuana) con la modalidad de comercio agravado por la intervención de tres o más personas en concurso real con el acopio de municiones.
En tanto, Mrakava volvió a ser detenido el pasado 31 de mayo, tras meses de paciente investigación que incluyó el análisis de escuchas telefónicas, testimonios y pericias. La captura fue ordenada por el juez Federal de Oberá, Alejandro Gallandat, a partir de nuevos elementos aportados por la fiscal Viviana Vallejos que permitirían vincularlo con una organización criminal dedicada al narcotráfico.
Hasta ese día Mrakava se desempeñó como jefe de inspección eléctrica de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).
Causas conexas
Un vocero del caso precisó que en esta segunda instancia del caso contra Mrakava se incorporaron causas que serían conexas y podrían derivar en una asociación ilícita para el transporte de estupefacientes.
Según las pesquisas, que contaron con el aporte de la Justicia Federal de Corrientes, tendría vínculos con Alberto Daniel Esquivel, oriundo de Candelaria, y con su tocayo Laurencio, tal como se desprende de escuchas y peritajes telefónicos.
Esquivel fue detenido al mando de un camión que transportaba más de ocho toneladas de marihuana incautada en San Ignacio en agosto del 2020. A fines del año pasado la Justicia Federal de Corrientes dejó firme la prisión preventiva.
Los uniformados de la Delegación de Inteligencia e Investigación Criminal de la Prefectura de Ituzaingó, Corrientes, venían siguiendo sus pasos desde enero de aquel año. Tras la autorización del juez Federal de Corrientes, Juan Carlos Vallejos, se hicieron intervenciones telefónicas y seguimientos encubiertos que pudieron reconstruir que Esquivel estaba organizando el movimiento de droga con otras personas, aunque finalmente sólo él fue detenido.
Dicha investigación se inició poniendo la lupa sobre el otro obereño, Laurencio, cuya correspondiente causa ya fue elevada a juicio. Según se detalla en el expediente, la organización que integraba hacía entrar la droga por Cerro Corá desde Paraguay, la trasladaban a Posadas para su acopio y después era transportada a Buenos Aires.
Todo quedó plasmado en la prisión preventiva dictada en junio del año pasado cuando Laurencio fue procesado. También se dispuso entonces un embargo sobre sus bienes de 30 millones de pesos.
Hay un vínculo
Sobre la presunta vinculación con Mrakava, su defensor particular Sebastián Burg cuestionó la instrucción de la causa y opinó que a su cliente quedó implicado “nada más que por unos chats y unas escuchas” que intercambió con Esquivel y Laurencio.
“Puede ser que la fiscal haya tenido buena intención, pero al no encontrar estupefacientes en los allanamientos del 2019 abrieron otras causas. La fiscal intenta vincular al señor Mrakava a con otros actores que sí tendrían vinculación con el narcotráfico, como lo son Laurencio y Esquivel, pero en las escuchas no hay ningún indicio que vincule a mi cliente directamente con los estupefacientes o entrega de sumas de dinero”, mencionó.
En tanto, reconoció que su cliente conoce a Laurencio y mantenían comunicación, pero no ligada al narcotráfico. También indicó que al ser detenido Esquivel “la señora quería vender un vehículo y le ofreció a Mrakava. Luego hubo una ayuda económica por la relación que quedó a partir de la venta de la camioneta”.
Más allá de los justificativos del abogado (que para eso le pagan), lo cierto es que para la Justicia las sospechas sobre Mrakava se basan en fuertes indicios y por eso sigue detenido.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
