“Hecha la ley, hecha la trampa”. “La ocasión hace al ladrón”. “El que no llora no mama”. Y se podría seguir usando frases populares para describir lo que padecen los usuarios del transporte urbano de pasajeros de Oberá que utilizan la aplicación para abonar sus boletos.
Resulta que la “avivada” de la empresa prestataria consiste en cobrar lo que se le antoja, amparados en “errores” del sistema QR que hace mal la devolución del cambio.
Hoy el boleto con la aplicación vale 65 pesos, pero en el primer escaneo del celular descuentan 140 pesos (120 el mes pasado), que en teoría devuelven al escanear antes de bajar del coche. En teoría.
Por ejemplo, el pasado 9 de febrero a un usuario le descontaron 120 pesos y le devolvieron 5, es decir que le cobraron 115. Un robo.
En tanto, el 6 de marzo le descontaron 140 y le regresaron 55, o sea que pagó 85 pesos en vez de 65.
Hoy, en cambio, le cobraron 140 pesos y no le devolvieron nada, por lo que pagó el valor de casi dos boletos y medio. Otro robo.
Se trata de una grave irregularidad que las autoridades de control (municipio, concejales, defensor del pueblo) parece que desconocen o miran para otro lado.
Por su parte, los usuarios están hartos y no todos tienen tiempo para ir a reclamar el afano, siendo que hay gente que cobra buenos sueldos para defender a la comunidad.
¿Por qué cobran 140 pesos al subir al colectivo si el boleto cuesta 65? En ese punto se apoya la estafa.
A ello se suman carencias del servicio, como el sorpresivo paro de ayer temprano que dejó a pie a miles de usuarios porque los choferes estuvieron de asamblea para tratar cuestiones salariales que no se cumplen.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.