Policía borracho chocó una moto, abandonó a las víctimas y después inventó que fue asaltado
Un sargento obereño fue detenido anoche luego de pergeñar un plan para encubrir el choque a una moto que resultó con dos lesionados graves. Inventó que fue asaltado y baleado por delincuentes que quemaron su camioneta. Lo comprometen varias pruebas y testigos
Un choque conduciendo alcoholizado que derivó en dos lesionados graves, llevó a un policía obereño a pergeñar un plan para ubicarse como víctima y zafar de su responsabilidad, aunque sus propios camaradas de la fuerza no tardaron en descubrir el engaño y el implicado terminó tras las rejas.
Se trata del sargento Alfredo Antonio Parra, dependiente de la Seccional Primera de Oberá. La paradoja del caso es que presta servicio en el Tribunal de Faltas, justamente el órgano encargado de sancionar las infracciones al tránsito.
El test de alcoholemia determinó que el policía se hallaba con 1.35 gramos de alcohol por litro de sangre, casi tres veces lo permitido por ley.
Según la investigación, la secuencia comenzó ayer de mañana cuando el sargento se reunió con un grupo de amigos (entre ellos policías) a festejar un cumpleaños en Villa Bonita, en Campo Ramón.
Alrededor de las 19.30 el nombrado abordó su camioneta Toyota Hilux color blanca y emprendió el regreso a Oberá, supuestamente solo. En tanto, a la altura del kilómetro 70 de la ruta provincial 103 chocó desde atrás a una moto marca Keller que era conducida por Elías Álvez Da Silva (39), quien iba acompañado por Adriana B. (21).
El primer indició fue aportado por testigos que contaron que la moto fue impactada por una Hilux blanca con franjas oscuras en ambos laterales, cuyo conductor se dio a la fuga hacia Oberá.
Graves secuelas
Respecto a los ocupantes de la moto, la chica resultó con fractura expuesta de tibia y peroné izquierda, mientras que Álvez Da Silva sufrió fractura de peroné y traumatismo de pierna izquierda, y escoriaciones en ambos brazos.
Al tiempo que la Policía aún trabajaba en el lugar del hecho, se tomó conocimiento que se estaba quemando la camioneta Hilux del sargento Parra, parecida a la que testigos implicaron el choque en Villa Bonita.
Ya en el domicilio de su camarada, los uniformados a cargo de la investigación charlaron con Parra y éste les contó que estuvo en un almuerzo con varios amigos en la localidad de Villa Bonita. Dijo que cerca de las 19.30 regresó para Oberá y en el camino fue víctima de un asalto donde dos hombres armados le dispararon y le sustrajeron su camioneta, para incendiarla en cercanías del lugar.
Ante lo poco creíble de la versión del policía, el aporte de testigos del choque y el grado de alcohol en sangre, el juez de Instrucción Dos, Horacio Alarcón, dispuso la detención y el secuestro de su teléfono celular, ya que consideró que existen pruebas suficientes para presumir que habría participado del accidente vial, luego abandonó a las víctimas e incendió su vehículo para intentar ocultar pruebas.
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