Los fines de semana, vecinos de los barrios obereños aledaños a la ruta nacional 14 son testigos y padecen el descontrol que propician las picadas clandestinas de motos, con todo el cotillón de explosiones que entretienen a los energúmenos.
En ese contexto, en la madrugada de ayer personal de la Unidad Regional II hizo un seguimiento encubierto y logró detener y secuestrar cuatro motocicletas que estarían vinculadas a las picadas.
Asimismo, se informó que ninguno de los conductores poseía la documentación de los rodados, por lo que no se descarta que sean motos robadas.
El procedimiento estuvo a cargo de agente de la División de Drogas Peligrosas y la División de Seguridad Vial y Turismo.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.