“Si no lo van a meter preso y va andar por acá, nos tenemos que ir porque es un peligro”
A seis días de lesionar y amenazar a su concubina e hijo de 15 años, Fernando Héctor Ozuna continúa prófugo de la justicia. “Tanto hablan de proteger a las víctimas, pero parece que esperan que maten a alguien para actuar”, opinó la mujer
“Tanto hablan de proteger a las víctimas, pero parece que esperan que maten a alguien para actuar. El jueves de madrugada nos lastimó, amenazó y rompió las cosas; hice la denuncia el mismo día, pero hasta el lunes estuvo en la casa de la madre, pegado con mi casa, haciendo una vida normal”, detalló indignada la concubina de Fernando Héctor Ozuna (32), quien permanece prófugo acusado de lesiones contra la mujer y su propio hijo de 15 años.
Las marcas y hematomas en los cuerpos de ambos certifican la brutalidad del agresor.
Si bien hace seis días el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá libró una orden de detención, C. M. alertó que el implicado estuvo merodeando su domicilio hasta por lo menos cuatro días después de su denuncia, burlándose de la justicia y sus víctimas.
En ese contexto, la mujer subrayó que quiere mudarse cuanto antes, ya que reside en una propiedad lindera a las casas de los familiares de Ozuna, en el barrio Tuichá, al tiempo que reconoció que teme por su integridad física y la de sus hijos de 15, 12 y 6 años.
“Ustedes dos para mí, murieron”, contó que le dijo el agresor a ella y al chico mayor la madrugada donde los agredió brutalmente y destruyó cosas de la casa, entre ellos electrodomésticos que la mujer aún está pagando.
Recién ayer le entregaron el botón antipánico, mientras que hoy radicó una ampliación de denuncia, ya que por allegados se enteró de que el abogado de su ahora ex le habría solicitado 500 mil pesos para obtener la eximición de prisión, es decir evitar la detención.
Por ello, C. M. pidió custodia policial, al menos hasta tanto pueda mudarse con sus hijos.
En diálogo con este medio, indicó que luego del hecho Ozuna le mandó a su hijo tres mensajes por Messenger y luego borró la cuenta.
“Mi hijo mayor y la nena de 12 están muy afectados psicológicamente. Aparte, el varón tiene 10 días de reposo por el golpe en el ojo”, señaló.
En tanto, recordó que hace 8 años tuvieron una situación de violencia similar y estuvieron separados 4 años, pero “él prometió cambiar y le di otra oportunidad”.
“Tiene antecedentes por peleas y conflictos familiares. Hasta la madre lo denunció. Por eso, si no lo van a meter preso y va andar por acá, nos tenemos que ir porque es un peligro”, alertó.
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