Un profesor estuvo detenido más de diez meses imputado por abuso sexual a un menor de 11 años en Campo Ramón. Los testimonios y pericias que desacreditaron la grave acusación. Sobre la supuesta víctima se determinó “tendencia a la manipulación” y que “no presentó indicios de abuso sexual”
“Gracias a Dios terminó todo y vamos a seguir adelante porque somos personas de bien. Agradecemos a todos quienes nos brindaron su apoyo; y a quienes nos causaron tanto daño con una falsa denuncia los dejamos en manos de Dios, así lo decidimos en familia”, reflexionó la madre de un joven profesor de matemática que fue sobreseído definitivamente por una denuncia de abuso sexual en perjuicio de un alumno de 11 años.
E. F. (30) fue excarcelado por falta mérito el 16 de noviembre de 2023. En tanto, cumplido el plazo para la recepción de nuevas pruebas, el pasado 4 de junio fue notificado de sobreseimiento dictado por el juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz.
De esta forma, la justicia desestimó la grave acusación que recayó en su contra y derivó en poco más de diez meses detenido, un total de 313 días, entre la comisaría de Campo Ramón y la cárcel de Cerro Azul.
Desde un primer momento el profesor insistió con su inocencia y su defensor particular presentó una serie de pruebas a su favor.
“En los delitos de índole sexual se fue dando una inversión de la carga de la prueba, debiendo el imputado defenderse de acusaciones genéricas. Basta la mera acusación para considerarlos culpables, lo que cómo en el presente caso genera daños irreparables”, expresó el abogado Silvio Contreras.
Opinó que “nuestro sistema procesal penal, de carácter mixto, se ha transformado en un híbrido que no permite el resguardo en debida forma de las garantías constitucionales. En otras jurisdicciones los juzgados de garantías son la salvaguarda de estos derechos. Creo que es materia pendiente para Misiones”.
Contradicciones
Entre las pruebas a favor de su cliente, marcó la incongruencia en la fecha del supuesto hecho, ya que en la denuncia y ampliación de denuncia se cita como a fines de noviembre de 2022, cuando el menor asistió por última vez a clases el 17 de octubre del mismo año.
También resultó clave el aporte de la docente responsable del curso, quien contradijo dichos del alumno, como ser que manifestó que estaba dolorido al volver del baño donde supuestamente fue abusado.
“El menor concurrió a tres clases de apoyo y de todas hay fotos. Cuando se le preguntó qué ropa tenían él y el profesor el día del supuesto hecho, el menor hizo un detalle preciso, pero no coincidió en lo más mínimo cuando se cotejó con las fotos. También dijo que el profesor entró al baño y puso traba, pero en el acta de inspección del baño consta que el baño no tiene trabas”, precisó Contreras.
El abogado marcó incongruencias en la mecánica del hecho descripto por el chico, como también que habría sucedido a sólo 12 metros del aula y nadie escuchó nada.
Informe psicológico
Sobre la declaración en Cámara Gesell, siempre un elemento clave en este tipo de casos, si bien el chico ratificó la acusación, se dejó asentado que posee “tendencia a la manipulación”, fue “poco espontáneo” y “no presentó indicios de abuso sexual”.
Otra pericia psicológica a cargo de una profesional del Cuerpo Médico Forense indica que “no presenta indicadores psicológicos ni físicos compatibles con abuso sexual” ni “lesiones psicológicas ocasionadas por el supuesto abuso sexual”.
Asimismo, ponderó el aporte de un compañero del menor, quien dijo que “no quedaba quieto (en el aula), se iba a cada rato al baño. No le quería al profesor, le odiaba porque era muy exigente”.
“No es una novedad que inventa cosas, todos en la escuela saben que inventa cosas. Una vez dijo que el primo chocó y murió; pero es mentira, el primo está vivo”, agregó.
El mismo amigo también avanzó en cuestiones íntimas que se preservan para proteger al menor.

Daños irreparables
En diálogo con este medio, Contreras fue más allá del caso particular y subrayó aspectos que considera importantes analizar para evitar injusticias.
“Lamentablemente, hay muchos casos similares donde la presunción de inocencia es dejada de lado. La presunción de inocencia es un principio legal fundamental que establece que toda persona se considera inocente hasta que se demuestre lo contrario a través de un juicio justo”, expresó.
Subrayó que dicho principio “significa que la carga de la prueba recae sobre la acusación, y no sobre el acusado, para demostrar la culpabilidad más allá de toda duda razonable. Es un principio que todos debemos resguardar, por ser una salvaguarda para toda la sociedad”.
Indicó que en muchos casos se dictan prisiones preventivas “absolutamente desproporcionadas, de uno, dos, tres y más años”, mientras se investiga.
“Eso representa un daño irreparable y claramente arruina la vida de una persona que es inocente. Lo ideal sería exigir un estándar de prueba mínimo, algo más que la denuncia, para poder detener a un sospechoso. Y luego que esa detención tenga un plazo razonable. De lo contrario, sería un adelanto de condena para alguien que no fue sometido a juicio”, apuntó Contreras.
Por ello, consideró que “los jueces deben estar especializados en este tipo de delitos y problemáticas. Y deben contar con gabinetes a la altura de las investigaciones, profesionales que le brinden una cobertura cierta y muy objetiva. Yo siempre pienso, liberar a un culpable es malo, pero detener a un inocente lo es más”.
Acusación endeble
La denuncia contra el profesor de matemática fue radicada por la madre de la supuesta víctima ante la comisaría de Campo Ramón el 7 de enero de 2023, aunque indicó que el hecho se habría registrado en noviembre de 2022.
Mencionó que desde hacía varios meses notaba que su hijo se comportaba de manera extraña, tenía reacciones violentas y lloraba mucho.
El 7 de enero por la tarde tuvo una crisis y se encerró en el baño. Luego su mamá le pidió que le diga qué le pasaba, ante lo cual el chico le contó que un profesor -sin dar el nombre- lo sometió sexualmente.
La mujer precisó el hecho se habría registrado en el sanitario del CIC de Campo Ramón, donde el menor asistía a clases de apoyo escolar.
Además, indicó que luego de perpetrar el acceso carnal el profesor amenazó al nene para que no cuente lo sucedido, o de lo contrario lo volvería a someter.
Vale mencionar que durante las clases de apoyo el profesor era supervisado por una colega responsable del curso. Luego transcurrieron dos meses hasta que el nene le manifestó a su mamá lo que supuestamente pasó en el baño del CIC.
En la instrucción, personal de limpieza del lugar declaró que desde hacía por lo menos cinco años que la puerta no tenía traba. A todo esto, la docente que supervisaba las clases señaló que no recuerda que el alumno ni el profesor hayan ido al baño, menos de manera simultánea.
Tampoco ratificó que el chico le haya dicho que estaba dolorido, al volver del baño, como cita la denuncia original.
.
.

Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.