Tareferos obereños que esta semana están trabajando en un yerbal de la localidad de El Soberbio hicieron trascender las condiciones en las que se encuentran acampando en improvisadas carpas hechas con plástico.
Dicha situación contradice la legislación que regula el trabajo de los peones rurales. El panorama se agrava por las bajas temperaturas, lo que pone en riesgo la salud de los trabajadores.
“La verdad que pasamos mucho frío y tuvimos que hacer fuego adentro de las carpas para pasar la noche, pero mucho no nos podemos quejar porque nos echan”, reclamaron.

Según lo dispuesto por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, “cuando el personal deba realizar tareas alejadas de su domicilio y por tal motivo pernoctar en el lugar de trabajo, el empleador deberá proveer de lugares adecuados, ya sean instalaciones fijas o móviles como casillas separadas por sexo, que consten como mínimo con catres individuales o camas cuchetas; instalaciones adecuadas para comer y sanitarios tipo letrinas o químicos…”.
Claramente, nada de eso se cumple en el caso de los trabajadores obereños que están en El Soberbio.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.