La accesibilidad y precio, posicionaron a didi en el tope de la preferencia de los usuarios obereños, relegando a remises y hasta el transporte urbano de colectivos. Pero al mismo tiempo, la aplicación genera rispideces y constantes reclamos por parte de los trabajadores del volante.
Primero fueron remises versus didis. Ahora son didis versus didis, ya que quienes están habilitados formalmente, cuestionan que hay muchos que están trabajando de manera informal y los perjudican.
Si bien todos los conductores están dentro de la aplicación, no todos cuentan con la habilitación municipal ni la oblea que los identifica bajo la consigna “Servicio de transporte privado particular y oneroso”.
“La Municipalidad no está controlando las habilitaciones. Algunos tenemos que pagar monotributo para estar en regla, pero el que no lo hace igual trabaja porque nadie controla. Incluso, hay motos trabajando sin habilitación. Viene gente de Posadas, hay policías y empleados municipales manejando didi sin habilitación”, reclamó un referente del sector.
Según estimaciones, serían 400 los conductores habilitados para manejar la aplicación en Oberá, aunque en la práctica habría unos 2000 didis activos.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.