Con apenas 13 años, el obereño Benjamín Staudt expone su primera muestra artística donde reflexiona sobre el acoso escolar. El arte como herramienta para curar heridas y sembrar conciencia. Hasta el 20 de septiembre en la Casa del Bicentenario de Oberá
“El grito silencioso que nadie escucha. A veces, la única forma de liberar el dolor es pintarlo. El arte es el lenguaje cuando la voz se queda sin palabras”, se lee en una de las paredes de la muestra de Benjamín Staudt, artista obereño de 13 años.
Cuadros, dibujos, máscaras y una potente puesta en escena para contar la experiencia del acoso escolar que padeció el autor. El arte como herramienta para curar heridas y sembrar conciencia.
A pesar de su corta edad, Benja explora con crudeza su transitar por un período donde fue objeto de bullying en el colegio al cual asistía. Trazos y colores interpretan las miradas, los gestos, actitudes y palabras que lo lastimaron.

“La sombra del fin. El nacimiento de una flor”, se denomina la exposición que se extenderá hasta el 20 de septiembre en la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario de Oberá.
Con las herramientas técnicas que le inculca el profesor Matías Sala, de Arary galería estudio, el artista generó un lenguaje propio para expresar sus vivencias y transformar el dolor en una poderosa forma de comunicación.


“El acoso escolar genera tristeza, pero el arte me permite liberar el dolor. Y ya no pienso tanto en eso”, reflexionó Benja, al tiempo que remarcó: “Ya estoy pensando otra temática para una futura muestra: ocultar las emociones bajo una máscara de felicidad, como fingir en público que todo está bien, algo que muchas personas hacen”.
A su lado, el profesor precisó que Benja incursiona en el denominado expresionismo psicológico, una forma de expresión que busca explorar el mundo interior del artista.

Sobre su obra, remarcó que “también la idea es inquietar, llamar a la reflexión y generar conciencia”. Sin dudas, cuestiones que logra la obra del novel artista obereño.
Por su parte, el joven agradeció a los profesores y a su familia por el imprescindible apoyo, como también espacio brindado para concretar su primera muestra.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.