El policía denunciado es obereño y se desempeña en la División Verificación de Automotores de Campo Grande. La víctima tiene marcas en diferentes partes del cuerpo. A pesar de la gravedad del hecho, la justicia sólo dispuso la prohibición de acercamiento a la mujer
Las marcas en la frente y el rostro grafican la brutalidad de la cobarde agresión que padeció una obereña por parte de su concubino, el oficial ayudante de la Policía de Misiones Hugo Martínez, quien se desempeña en la División Verificación de Automotores de Camp Grande.
A pesar de la gravedad del hecho, llamativamente la justicia de Oberá sólo dispuso la prohibición de acercamiento del agresor hacia la víctima. En tanto, la superioridad policial ordenó que le retiren el arma reglamentaria, pero continúa en funciones.
Lamentable el machismo que todavía impera en las instituciones que deben cuidar a las víctimas.
En diálogo con este medio, la víctima contó que fruto de la relación con el policía tuvo un hijo que actualmente tiene 2 años.
Sobre la agresión, que le dejó heridas en la cabeza, la frente y brazos, precisó que “el domingo a la tarde discutimos y me tiró agua caliente. En la discusión, le dije que al otro día no vuelva a mi casa se enojó. Yo estaba cargando un termo de agua caliente porque me iba a la iglesia y cuando le dije que no vuelva, me tiró el termo encima y me quemó todo”.
Dolorida y temerosa por la violencia desplegada, la mujer le reprochó por su actitud, ante lo cual el funcionario se burló de ella.
“Le dije por qué me hizo eso y me respondió que yo me tiré sola el agua caliente. Me quedé llorando y se fue hacer su servicio en Campo Grande. De ahí no lo vi más”, precisó la obereña.
Indicó que en primera instancia tenía temor de denunciar, pero su padre radicó una primera denuncia. De todas formas, la víctima se presentó ayer ante la Comisaría de la Mujer y formalizó su propia denuncia.
Respecto a la relación de pareja, señaló que Martínez “era re celoso y controlador, le molestaba todo, mis amistades, mi familia. En realidad, ya veníamos mal desde hace muchos años, pero yo aguantaba por sostener la familia”.
Asimismo, remarcó que teme por la integridad de su familia y la propia, ya que “en una ocasión me agarró del cuello adentro del auto y demostró que es violento”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
