Indignación en Campo Viera: liberaron a los cuatro imputados por el homicidio de Antonio Ledesma

La medida benefició a Brígido M., sus hijos Leandro y Mauricio M. y su yerno Kevin C. La excarcelación fue posible por el cambio de carátula de homicidio agravado a homicidio en riña

El juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, dispuso hoy la excarcelación de los cuatro imputados por el homicidio de Antonio “Toño” Ledesma (20), registrado el 24 de septiembre del año pasado en el barrio Oeste de Campo Viera.

La medida benefició a Brígido M. (50), sus hijos Leandro (20) y Mauricio (17) M. y su yerno Kevin C. (22), tras el cambio de carátula de la causa.

El magistrado avaló el pedido del fiscal Elías Bys a partir de una serie de testimonios y videos que darían cuenta que Ledesma fue asesinado de un disparo en el abdomen en el marco de una pelea callejera.

Como contrapartida, desde un primer momento otras personas declararon que la víctima estaba con amigos en la vereda cuando fueron atacados a tiros por un grupo de personas que transitaban a bordo de un Chevrolet Vectra.

Fue así que casi de inmediato los agresores fueron identificados y la causa llegó a tener siete detenidos, aunque con el correr de la investigación la acusación decantó en cuatro.

En principio los sospechosos fueron imputados por “homicidio agravado por uso de arma de fuego y participación de un menor”.

Sin embargo, avanzada la instrucción, en los últimos días el fiscal Bys solicitó el cambio de carátula a “homicidio en riña”.

El crimen conmocionó a la comunidad de Campo Viera

Marcharán por justicia

Confirmada la excarcelación de los implicados, Norma Macena, madre de la víctima, se mostró indignada y confirmó que el próximo miércoles se congregarán frente al juzgado interviniente para expresar su malestar.

Sobre el día del hecho, contó que su hijo estaba con amigos tomando una cerveza cuando algunos de los acusados pasaron en moto, insultando y amenazando. En un momento le avisaron de la situación, fue hacia la esquina y vio a los agresores que se acercaban disparando.

“Les grité que iban a matar a alguien; le digo a mi hijo para ir a casa, él me dice que corra e intentó cubrirse con un árbol, pero no fue suficiente porque era una lluvia de balas”, recordó.

Asimismo, opinó que “si los otros estaban armados y mi hijo murió de un tiro en la panza, no hace falta tener estudio ni ser muy inteligente para darse cuenta de que no fue una pelea. Fue un asesinato”.

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