Ildo Fredolino Schmith estuvo 26 días preso por amenazar con cuchillo a una mujer en Aurora. Tecnicismos desplegados por la defensa derivaron en la excarcelación. Es el mismo que años atrás cumplió condena por descuartizar a su propia esposa
Menos de un mes permaneció detenido Ildo Fredolino Schmith (46) por amenazas de muerte con un cuchillo en perjuicio de una vecina en Colonia Alberdi. Si bien se trata de un delito excarcelable, como insistió su defensa, tampoco es un dato menor que el implicado ya purgó una condena por descuartizar a su esposa.
Asimismo, el caso puso al descubierto la excesiva burocracia que existe para la obtención del certificado de antecedentes penales que emite la Jefatura de la Policía de Misiones, cuestión que parecería accesible en tiempos de digitalización e internet, pero que en la práctica no es tal.
Schmith fue detenido el pasado 4 de mayo y hasta su excarcelación, el martes 30, transcurrieron 26 días sin que la Jefatura emitiera el certificado solicitado por el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.
De todas formas, como se publicaron detalles del macabro antecedente que pesa sobre el implicado, con buen criterio el juzgado interviniente mantuvo la detención lo máximo posible según la ley.
En el medio, el abogado Nahuel Andersson presentó una batería de recursos tendientes a lograr la liberación de su cliente, lo que se concretó el último martes.
Previo a ello se dispuso medidas de protección a la víctima, como prohibición de acercamiento y botón antipánico.
“Se otorgó la excarcelación por la insistencia de esta defensa y tecnicismos jurídicos, a pesar de que hicieron todo lo posible para no liberarlo porque estaban esperando el informe de antecedentes penales que hasta el martes no llegó”, precisó Andersson.
Antecedente probado
El letrado obereño detalló una serie de presentaciones que realizó en busca de la liberación de Schmith, haciendo hincapié en que el último delito que le endilgan es excarcelable.
Incluso, mencionó que en la misma causa fue detenido el concubino de la denunciante, aunque este no posee antecedentes y por ello el 19 de mayo fue excarcelado.
Con relación a los trámites a favor de su cliente, Andersson indicó que “el jueves 25 de mayo, a pesa del feriado, planteé un recurso de habeas corpus; el viernes tuvimos una audiencia y el juez rechazó mi pedido. Pero el lunes se corrió vista a fiscalía de un pronto despacho que había presentado antes y le otorgaron la libertad, a pesar de los antecedentes que tiene”.
Precisamente, si bien el Juzgado de Instrucción Uno aún no recepcionó el informe solicitado a la Jefatura de la Policía, el macabro antecedente de Schmith consta en el registro del Tribunal Penal Uno de Oberá.
En el mismo, se precisa que el 21 de diciembre de 2007 el implicado ingresó a la Unidad Penal II de Oberá, de donde egresó 12 de marzo de 2015 con libertad condicional. Es decir que apenas cumplió siete años y tres meses de prisión efectiva por descuartizar a su mujer.
La pena se dio por cumplida el 6 de noviembre de 2018, según el registro del TP.
“Me gusta matar mujeres”
La última denuncia contra Schmith fue radicada ante la comisaría de Colonia Aurora por una mujer que mantuvo un altercado con su ex concubino, circunstancia en que intervino el ex convicto y la amenazó de muerte con un cuchillo.
Beatriz R. D. S. precisó que el pasado 4 de mayo a la noche se hallaba en su casa en compañía de sus tres hijos menores -de 12 y 7 años, y un bebé de 4 meses-, cuando su ex concubino Lauri Soarez De Lima irrumpió en su domicilio.
Contó que ya por la mañana habían discutido porque el hombre le manifestó que no temía plata para pañales, siendo que estuvo consumiendo bebidas alcohólicas con Schmith en la terminal de ómnibus de Aurora.
Ya por la noche y visiblemente alcoholizado, Soarez De Lima se presentó en la casa, ante lo cual la mujer le pidió que se retire del lugar porque de lo contrario llamaría a la Policía.
“Perra, los policías son una mierda. Si les llamás, te mato”, la amenazó. Pero lejos de amedrentarse, la dueña de casa tomó el palo de un escurridor y le propinó un golpe, ante lo cual el implicado salió de la casa.
En esa circunstancia la señora observó que Schmith se hallaba en el frente de la propiedad, al tiempo que le manifestó que tenía un cuchillo en la cintura y se lo mostró levantándose la camisa.
Cuando la mujer le dijo que se retiren del lugar, el ex convicto le gritó: “Mirá que no tengo problema en matar a una mujer, ya maté una mujer y puedo matar más. Me gusta matar mujeres”.
En esa instancia la propietaria le anticipó que llamaría a la Policía, pero Schmith le gritó que tiene abogado y que al otro ya saldría en libertad.
“Él me mostró el cuchillo y dijo que cuando salía me iba a matar. Tengo mucho miedo por mis hijos y por mí”, dejó asentado en su denuncia.
Homicidio previo
El 19 de julio de 2007, Ildo Fredolino Schmith asesinó a su concubina y madre de sus tres hijos, Veronice Da Silva (23). El hecho se registró en el paraje May Bau de 25 de Mayo y los detalles son horrendos, ya que la víctima fue masacrada a machetazos.
La víctima estaba cansada de los maltratos de Schmith y quiso terminar con la relación pero no pudo, ya que el hombre la convenció para volver y, apenas pudo, la mató.
La joven sufrió cortes en la cabeza, en la nuca y en el antebrazo izquierdo, además de la amputación de la mano derecha.
Luego del asesinato de Da Silva, Schmith se dio a la fuga. Recién en noviembre de 2007, a cuatro meses del hecho, la Policía logró detenerlo en la casa de familiares en la localidad de San Pedro.
En la instrucción del expediente se probó que el asesino premeditó el crimen, ya que un rato antes dejó a sus tres pequeños hijos en la casa de un vecino, para regresar donde estaba su pareja.
Alrededor de media hora después, los mismos vecinos lo vieron salir corriendo de su vivienda, lo que no pasó desapercibido para ellos y fueron a ver qué pasaba, circunstancia en que hallaron el cadáver mutilado. A pocos metros de la víctima quedó el machete ensangrentado.
Baño de sangre
Luego se estableció que un par de semanas antes del homicidio Da Silva había decidido separarse de Schmith, cansada de la violencia desplegada por su pareja.
La joven se mudó con sus padres en Colonia Aurora, el hombre no se resignó a perderla y logró convencerla de retomar la relación. Le prometió que cambiaría, aunque a los pocos días volvió a maltratarla y Da Silva dijo basta.
En la mañana del 19 de julio de 2007 le manifestó que la relación no daba para más y que volvería a la casa de sus padres con sus tres hijos. Fue la antesala del baño de sangre.
Tras ser detenido quedó alojado en la comisaría de 25 de Mayo. Intervino el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá y el hecho fue caratulado como homicidio agravado por el vínculo.
De todas formas, a la hora de ser juzgado, el Tribunal Penal Uno de Oberá lo sentenció a diez años de cárcel por homicidio simple. Diferente hubiera sido la pena con la ley de femicidio sancionada años más tarde a dicha condena.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.