Todo el tiempo los delincuentes piensan nuevas estrategias para robar, pero lo que sucedió esta noche en Oberá supera cualquier expectativa y confirma que la “realidad supera a la ficción”.
Un joven con varias entradas en las comisarías salió a delinquir con la cara y los brazos pintados de blanco, por lo que enseguida fue identificado y detenido por efectivos de Motorizada.
Se trata de Joel G. (23), con domicilio en Villa Lindstrom, quien posee un amplio prontuario por delitos contra la propiedad y las personas. Sin ir más lejos, la semana pasada estuvo detenido por agredir a su propio padre, por lo que el sábado recuperó la libertad.
Y no tardó mucho en volver a una celda, ya que a las 20.45 de hoy un llamado al 911 alertó sobre un intento de asalto sobre avenida Sarmiento y calle Neuquén, ocasión en la que un transeúnte fue abordado por un hombre que forcejeó para robarle el celular, cosa que no logró.
El sospechoso vestía campera inflable roja y pantalón de buzo azul, con la particularidad que tenía el rostro, los cabellos y parte del dorso y los brazos pintados de blanco.
Minutos más tarde, la Policía logró ubicar y detener al implicado cerca del lugar del hecho. Por el momento no se sabe cómo se pintó ni si fue una estrategia para evitar ser reconocido, que de ser así, resultó todo lo contrario. Lo cierto es que el «fantasma» pasará otra noche tras las rejas.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.