Los uniformados estaban durmiendo dentro de una patrulla en una propiedad privada. Las imágenes se viralizaron y las autoridades de la UR XI decidieron pasarlos a disponibilidad
Tras la viralización de imágenes de tres policías durmiendo en una patrulla estacionada en una chacra de la localidad de Santa Rita, la jefatura de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle ordenó el retiro de las armas y el pase a disponibilidad de los implicados.
Se trata del cabo y chofer Roque Andrés Brandt, del agente José María Brítez y del agente en comisión Marcelo Enrique Senger.
La medida fue tomada en el marco de un sumario administrativo interno e incluye al hasta ayer jefe del Comando Radioeléctrico de Santa Rita, oficial auxiliar Gerardo Fredrich, quien fue relevado del cargo y trasladado a otra dependencia.
El caso salió a la luz el último jueves por la noche, aunque las imágenes fueron grabadas el pasado 22 de septiembre, tal como precisaron desde la UR XI.
Alrededor de las 2.30 de aquel día, los tres policías fueron encontrados durmiendo en una propiedad privada a la que ingresaron sin permiso, según consta en la posterior denuncia de los dueños radicada ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá.
En tanto, a uno de los uniformados que estaban descansando el dueño del lugar le quitó su arma reglamentaria, la que luego le fue devuelta.
En por los menos tres videos difundidos, se observa al chofer de la patrulla reconociendo que estacionaron para “descansar”, al tiempo que el mismo ruega que le devuelvan su pistola 9 milímetros.
“No, mi arma no… me da mi arma”, pide el uniformado ante la negativa de la mujer que filma le escena.
Los dueños de la chacra encontraron durmiendo a los policías y les preguntaron qué hacían ahí, ante lo cual el chofer repetía: “Juro por Dios que vinimos a descansar”.
El funcionario pide disculpas y la mujer le pregunta “y qué pasa si yo me meto adentro de tu casa”, a lo que el policía responde: “Sí, tenés razón”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.