Desde hace varios años existe un tire y afloje entre familias de un precario asentamiento ubicado al final de la calle Bragado, en el barrio Villa Svea de Oberá.
El problema fue tratado por diferentes gestiones municipales, hubo promesas incumplidas, denuncias y orden de desalojo de por medio, pero hasta el momento unas 60 familias continúan en el lugar.
La semana pasada la Municipalidad de Oberá emitió un comunicado de prensa donde informó que el conflicto obedece a que las personas se asentaron sobre “espacios privados y sobre la calle”.
“En 2022 a solicitud de particulares la justicia local ordenó el desalojo de todas estas familias”, agregaron desde la comuna.
Por ello, atendiendo el problema social, se inició un programa de reubicación en un inmueble “donado por los mismos particulares que iniciaron el proceso de desalojo”, con servicios y la posibilidad de adquirir cada terreno mediante un plan de pago a largo plazo.
Incluso, la Municipalidad mencionó que dispuso recursos para el traslado de las familias, “entendiendo que este cambio es la mejor solución integral para todos los involucrados”, concluyeron.
En tanto, esta mañana Noticias de Acá se reunió con un grupo de vecinos del lugar, quienes expresaron su disconformidad respecto al predio en que la Municipalidad pretende reubicarlos.
Además, varias personas afirmaron que en las últimas horas fueron intimidadas para que abandonen sus casas, ante lo que subrayaron: “De acá no nos vamos ni que vengan con topadoras”.
Lisandro Ferreyra comentó que varios vecinos se acercaron ayer hasta un predio lindero al barrio 53 Viviendas dispuesto para la reubicación, pero las condiciones del mismo están lejos de sus aspiraciones.
“Yo mismo medí el terreno y tiene 17 por 9 metros, y la casita que nos quieren dar es de 5 por 5. No hay sala de salud cerca ni escuela, siendo que acá tenemos todo.
En ese contexto, los vecinos anticiparon que no aceptarán la reubicación, al menos en las actuales condiciones.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.