Se trata de un deporte de origen japonés. Hubo 244 inscriptos de diferentes puntos de Argentina, Sudamérica y Estados Unidos. “Lo más lindo de esto es la confraternidad que existe”, destacó Oscar Sato, promotor del evento en Los Helechos
Deporte, camaradería, turismo, naturaleza a pleno. Parte del combo del 2° Torneo Internacional de gateball que se desarrolla en el predio de Sato FC en la localidad de Los Helechos y congrega a competidores de diversos puntos del país, Brasil, Paraguay, Perú y Estados Unidos.
Se trata de una disciplina de origen japonés que se extendió por todo el mundo y cada vez tiene más adeptos. En general lo practican los descendientes de inmigrantes nipones, aunque no es privativo.
Precisamente, se trata de una actividad que permite la interacción de ambos sexos y de las más variadas edades. Verdadera inclusión y compañerismo, valores que inculca el gateball.
En este deporte, la práctica, la concentración y la estrategia valen más que la fuerza, la agilidad y la resistencia.
En Misiones el gateball tiene un fuerte arraigo y el podio a nivel competitivo lo componen Garuapé, Oberá y Aristóbulo del Valle, según comentó Oscar Sato (56), promotor del evento que culmina hoy tras dos jornadas.
Muy satisfecho con la convocatoria, precisó que el torneo contó con la participación de 244 jugadores, número al que se sumó alrededor de un centenar de acompañantes.
“Lo más lindo de esto es la confraternidad que existe. Yo competí en Brasil, Bolivia, Chile y en todos lados se disfruta mucho. Hoy nos tocó organizar y estamos muy contentos con la repercusión que tuvimos”, destacó Sato, quien emprendió el desafío junto a su hijo Gerardo.
En tanto, afortunadamente durante el fin de semana el clima acompañó y el programa se completó sin sobresaltos.
“Hacés muchos amigos”
La competencia en sí comenzó ayer por la mañana en las canchas del predio de Los Helechos, cuatro de pasto sintético y una de polvo de ladrillo. Sobre la última, el organizador destacó que se trata de la única cancha techada de gateball en el país.
Los partidos son disputados por dos equipos de cinco integrantes cada uno y tienen una duración de 30 minutos. En síntesis, deben tratar de hacer pasar las bochas de madera por unos arquitos para sumar puntos, como también buscan sacar del rectángulo de juego las bochas rivales.
Shigeru Taira (72) nació en Buenos Aires y hace 41 años se mudó a los Estados Unidos, donde se dedicó al diseño de parques. Ya jubilado (“aunque me siguen llamando para hacer algunas cosas”, indicó), dispone de más tiempo para dedicarse a la pasión del gateball.
“Me invitaron y la estoy pasando muy bien. Conocía el Sur, pero no esta parte del país. El clima es muy parecido a Okinawa, en Japón, la tierra también es colorada y hace calor con humedad, igualito. Eso sí, las mujeres son más lindas acá”, aseguró entre carcajadas.
Jovial y activo, contó que empezó a jugar en Estados Unidos y ya recorrió mucho gracias al deporte: “Estuve en Indonesia, Tailandia, Japón, China… que es potencia y tiene como 15 millones de jugadores”.
“Es un deporte muy bueno, sobre todo para la gente mayor como yo, que en mi juventud tuve varios vicios y los dejé, por suerte, porque te mandan más rápido al cementerio. Y encima hacés muchos amigos”, subrayó Shigeru, quien el próximo mes viajará a Japón para pasear y competir.
Historia y semillero
En la primera jornada del torneo, competitivamente sobresalieron los equipos de Brasil, como los representantes de Goiania que hicieron 1500 kilómetros para participar. También llegaron deportistas desde Buenos Aires.
El evento requirió una importante logística y significó ingresos para el sector turístico de la zona Centro. Además de la competencia, los visitantes también disfrutaron de excelente gastronomía.
Con relación a la historia del gateball, se sabe que fue inventado en Japón por Suzuki Kazunobu en 1947, quien se inspiró en el croquet y creo la disciplina.
El gateball se hizo popular por primera vez a finales de la década de 1950, cuando un instructor de educación física lo introdujo en las sociedades de mujeres y clubes de personas mayores de la ciudad de Kumamoto.
Según bibliografía consultada, se considera que el deporte se inició en Argentina allá por 1982 cuando unos turistas que viajaron al Brasil vieron casualmente el juego del gateball.
Después de comprobar sus bondades de este juego, trajeron el reglamento y los equipos para el juego en el país.
Ya en 1985, la oficina de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón donó los equipos de gateball a las colonias de inmigrantes, clubes de abuelos y otras instituciones, reconociendo que era un deporte saludable para mantener el estado psicofísico de los adultos mayores.
En ese contexto, los primeros partidos y torneos de gateball en la zona Centro se disputaron en el Club Japonés de Los Helechos. Hoy la actividad se centraliza en la nueva cancha de Sato FC, donde aflora el semillero.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.