El Servicio Penitenciario informó que Juan Carlos Delgado falleció tras un intento de suicidio. En cambio, Marta Aguirre cuenta con una prueba que podría implicar a guardias de la cárcel de Oberá. Las dudas que surgen a partir del testimonio grabado de otro preso
“Él pedía su medicamento y no le daban. Se puso nervioso y golpeó el candando, ahí fue el oficial y le dio un tape en la cara de él. Pichón le preguntó por qué siempre le hacen la maldad. A eso de la una de la madrugada volvió a pedir el medicamento para el oficial, pero el oficial le dijo que ellos mandan ahí y que no le iba a dar nada. ‘Te quedás quieto’, le dijo, ‘no me hagas enojar porque te saco para afuera y te doy una paliza’. A eso de las dos Pichón volvió a pedir el medicamento y golpeó el candado. Ahí le sacaron para afuera y no volvió más”.
NDA accedió al testimonio que permanece almacenado en el celular de Marta Aguirre y podría implicar un giro en la investigación de las circunstancias que derivaron en la muerte de Juan Carlos “Pichón” Delgado (47), registrada el pasado 13 de febrero en el Hospital Samic de Oberá.
El hombre padecía epilepsia, cumplía condena en la Unidad Penal II y, según la versión oficial, en la madrugada del 11 de febrero habría intentado ahorcarse en el baño de la cárcel, versión de la cual duda la familia a partir del relato del compañero de celda con el que se inició esta crónica.
“Otra cosa que me hace dudar, es que cada vez que voy al juzgado a preguntar me dicen que todavía no tienen el resultado de la autopsia, cuando ya pasaron siete meses”, mencionó Aguirre, hermana de crianza de Pichón Delgado.
Además, indicó que el pasado 19 de febrero radicó una denuncia ante la Seccional Quinta donde relató lo que le contó el compañero de celda citado, aunque hasta el momento tampoco le notificaron de algún tipo de avance en dicho expediente.
Detalle de las últimas horas
En diálogo con este diario, la señora Aguirre precisó el apellido del oficial sindicado como quien primero golpeó en la cara, después amenazó y más tarde sacó de la celda a Pichón Delgado en la madrugada del 12 de febrero. Luego, tal la versión oficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), el recluso fue hallado agonizado tras intentar ahorcarse en el baño.
Aguirre precisó que su hermano estaba detenido desde hacía una década y en junio comenzaría a gozar de salidas transitorias.
“El 11 de febrero lo visité y estaba bien, alegre. Él sufría de epilepsia y, si no tomaba su medicación, le daban convulsiones. Por eso le pedía las pastillas a la guardia. Según lo que contó el compañero, la madrugada del 12 se sintió mal y pidió las pastillas, pero no le querían dar; por eso empezó a reclamar y le hicieron algo malo”, opinó.
Todavía conmovida, detalló que el lunes 12 a media mañana le llamó la asistente social de la cárcel de Oberá y le informó que su hermano estaba internado en terapia intensiva.
“Yo no entendía nada porque el día anterior estuve con él y estaba todo bien. Pregunté qué pasó y me respondió que se quiso ahorcar, lo que nunca creí porque él estaba bien y en pocos meses iba a tener sus salidas”, remarcó.
Delgado falleció el martes 13 y su hermana tuvo la posibilidad de observar el cuerpo en la morgue del Hospital.
Al respecto, opinó que “no vi que haya tenido ninguna marca en el cuello, lo que no coincide con el supuesto intento de ahorcamiento”.
Dudas y denuncia encajonada
Un par de días más tarde del fallecimiento de Delgado, un compañero de celda llamó a su hermana y le contó lo que habría sucedido la madrugada del 12. La mujer tomó el recaudo de grabar la conversación y posteriormente radicó la denuncia.
“La bronca con mi hermano era porque él sabía sus derechos y reclamaba. El 19 de febrero hice la denuncia y aporté el nombre del oficial en la Seccional Quinta, pero hasta ahora ni me citaron. Encajonaron la denuncia”, lamentó.
Según Aguirre, hasta el momento desde el Juzgado de Instrucción Dos tampoco le informaron sobre el resultado de la autopsia, lo que le genera más dudas.
“Tengo un dolor en el alma porque estoy segura que mi hermano no se quiso suicidar, le hicieron algo. Eso no se hace ni al peor enemigo. Y la justicia tampoco se importa. Pero qué pasaría si le hacen al hijo de ellos. Mi hermano ya estaba pagando, no tenían que maltratarlo”, apuntó con criterio.
La señora Aguirre también recordó que el pasado 2 de julio falleció otro interno de la cárcel de Oberá, Daniel Alejandro Carneiro (27), quien fue encontrado sin vida en la celda que ocupaba en el sector 1 del módulo B.
La información oficial indica que el cuerpo “se hallaba colgado, atado un extremo de un cordón al cuello y el otro extremo a un cofre fijo de la celda”.
El juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, ordenó que se practique una autopsia para corroborar la causa del deceso. Hasta el momento no se dio a conocer el resultado del examen.
En tanto, Aguirre reconoció que la reciente intervención de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPP) en otros hechos la animó a hacer público el caso de su hermano.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.