Eloir Euclides Dresch fue ultimado de por lo menos cuatro puñaladas. “Llamá a la Policía, le corté… maté a mi papá”, le confesó Fabio Luis Dresch a un vecino. En diciembre pasado fue alojado en la Unidad de Salud para Inimputables de Posadas
A juzgar por las circunstancias previas, un incendio intencional e innumerables peleas, el homicidio de Eloir Euclides Dresch (61) a manos de su hijo Fabio Luis Dresch (33) podría definirse como la crónica de una tragedia anunciada. Un hecho que tal vez se podría haber evitado, aunque una y otra vez las alertas fueron subestimadas.
El mediodía del 7 de mayo del año pasado, el parricida llegó alterado a la casa de un vecino y su sola presencia denotaba que algo muy malo había pasado, ya que el hombre estaba bañado en sangre.
La peor de las sospechas se confirmó cuando habló. Fue una frase corta, pero estremecedora: “Llamá a la Policía, le corté… maté a mi papá”.
El victimario y su padre residían solos en una vivienda sobre calle Bélgica, en el barrio Bella Vista de Oberá, sector que a los pocos minutos del suceso se llenó de policías.
Enseguida, más allá de su propia confesión, los habitantes del barrio recordaron que un par de años antes Fabio había quemado la casa, la cual tuvo que ser reconstruida y terminó siendo escenario del horrendo crimen.
Desde un primer momento corrió la versión que el sindicado es paciente psiquiátrico, lo que luego fue corroborado con los certificados médicos aportados por la familia. Asimismo, su cuadro se veía agravado por el consumo de alcohol.
En consecuencia, el confeso parricida fue sometido a una junta médica que confirmó su inimputabilidad. La pericia psicológica y psiquiátrica del Cuerpo Médico Forense determinó que “no comprende ni tiene control sobre sus actos”.
El peor final
Ante tal diagnóstico, el 21 de diciembre del año pasado Fabio Dresch fue alojado en la Unidad de Salud para Inimputables (USI) de Posadas, dependiente del Servicio Penitenciario Policial (SPP).
“Se trata de un paciente psiquiátrico con antecedentes de violencia, y la inimputabilidad no significa que quede libre, sino que tenga el tratamiento adecuado para su patología”, precisó la fuente del caso.
Según el informe forense, Eloir Euclides Dresch padeció por lo menos tres heridas cortantes en el cuello y una en el abdomen.
El ataque se produjo en el comedor de la casa, convertido en un baño de sangre. En el lugar, peritos de la División Criminalística incautaron un cuchillo con una hoja de unos 30 centímetros de largo, el cual fue utilizado para cometer el hecho y tenía huellas del sospechoso.
Además de dar aviso a la línea de emergencia 911, el vecino al que acudió el sospechoso para confesar el crimen también dio aviso a otro hijo de la víctima.
Al arribar al lugar, el hombre habría intentado agredir al acusado, lo que fue evitado por los uniformados que estaban en la escena.
También se produjeron incidentes entre algunos familiares el día que el cuerpo arribó a Oberá tras la autopsia en la morgue judicial de Posadas. Frente a la Seccional Tercera se cruzaron reproches por el fatal desenlace, aunque la situación no pasó a mayores.
El expediente por el parricidio se tramita ante el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. Oportunamente, el imputado se abstuvo de declarar. Luego fue sometido a la junta médica que determinó su inimputabilidad.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.