El padre de un bebé de un año y tres meses radicó una denuncia por presunta mala praxis y abandono de persona en el Hospital de Dos de Mayo. Detalló que en nueve días lo llevaron cuatro veces al centro asistencial y recién la última vez lo internaron. “Lo único que pido es justicia. No quiero que haya otro Yael”, reflexionó Diego Suárez
Diego Suárez (27) está sufriendo el peor tormento que puede padecer una persona: la muerte de un hijo. Por eso nada se puede decir para graficar el inmenso dolor que lo atraviesa tras la pérdida su pequeño Yael Alexander, de apenas un año y tres meses.
El chiquito era sano, la felicidad de la casa, junto a sus dos hermanos mayores. El pasado 19 de noviembre lo llevaron a una primera consulta en el Hospital de Dos de Mayo.
“Se estaba recuperando de varicela y tenía fiebre, pero ni le miraron. Eso fue el martes 19; el viernes 22 le llevamos otra vez y después el martes 26, y en esas tres veces sólo le dieron un remedio”, detalló.
El jueves pasado, en tanto, lo ingresaron por cuarta vez en nueve días y Yael quedó internado. Según la denuncia de su papá, radicada hoy en la comisaría de Dos de Mayo, alrededor de las 11 de aquel día le colocaron un suero y pasaron seis horas hasta que se decidió su traslado a un centro de mayor complejidad.
Pero como la ambulancia no tenía oxígeno, primero tuvieron que ir hasta San Vicente -distante a 20 kilómetros-, subir a otro vehículo mejor equipado y dirigirse hasta el Hospital de Oberá -otros 100 kilómetros-, donde no quisieron recibir al paciente y debieron viajar cien kilómetros más hasta Posadas.
“Cuando llegamos a Posadas, le entraron al Hospital y a los 5 minutos un médico me avisó que mi bebé se murió”, señaló Diego, para quien en el Hospital de Dos de Mayo habrían incurrido en mala praxis y abandono de persona.
“Mi bebé estuvo seis horas abandonado en el Hospital de Dos de Mayo, después la ambulancia no tenía oxígeno y murió. Lo único que pido es justicia, que los responsables paguen. No quiero que otros padres sufran el mismo dolor. No quiero que haya otro Yael”, remarcó con angustia incontenible. En tanto, señaló que su esposa está desconsolada, destruida por la pérdida.
El final más triste
En diálogo con este medio, precisó: “Ingresamos a las 11 y hasta las 5 de la tarde sólo le pusieron suero. Se veía muy decaído, le pregunté al doctor Alfonzo cómo estaba y me dijo que me quede tranquilo, que le hicieron una placa y era bronquitis. ‘Ya va mejorar’, me dijo todavía”, recordó.
Pero apenas transcurrieron unos 20 minutos, cuando su señora lo llamó desesperada para avisarle que trasladaban a Yael a San Vicente.
“Fuimos hasta San Vicente para cambiar a ambulancia y nos mandaron a Oberá. Recién en San Vicente le pusieron oxígeno porque la ambulancia de Dos de Mayo no tenía. Yo iba con el chofer y en todo momento el doctor Alfonzo me decía ‘quedate tranquilo, se va mejorar’. Pero en Oberá ni le quisieron recibir. El médico de guardia le dijo a Alfonzo ‘cómo me vas a traer un paciente así, no tenemos cama en terapia intensiva para chicos’. En Oberá se sacaron a mi hijo de encima porque vieron que estaba re mal”, graficó.
Ya en Posadas no hubo nada que hacer, lamentablemente. Para colmo, según el padre del pequeño, el médico que viajó en la ambulancia tampoco tuvo la empatía que se requiere en este tipo de situaciones extremas.
“Alfonzo, después que murió mi hijo, salió y me dijo que si quería que el cuerpito vaya a autopsia tenía que firmar un papel, y que me apure, porque ellos no me iban a esperar. Yo no sabía qué hacer, estaba en shock. Por eso en un primer momento no pedí la autopsia y recién hoy denuncié”, precisó.
El certificado de defunción indica que Yael falleció a causa de “encefalopatía crónica – neumonía”.
Por su parte, Diego Suárez insistió: “Si no esperaban tantas horas en Dos de Mayo capaz mi hijo estaría vivo. Eso fue abandono de persona, porque a las 11 le pusieron un suero y no le vieron más hasta las 5 de la tarde. Después me dijeron que tuvo muerte cerebral, y claro, si en la ambulancia desde Dos de Mayo a San Vicente no había oxígeno y estaba todo azul porque no podía respirar”.
La denuncia radicada hoy se tramitará ante el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, a cargo de Gerardo Casco.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
Apoyo a Diego en esta situación. Mi hija no murió pero estuvo a punto.
Es triste y no queremos otro Yael.