Los productores reclaman 450 pesos por kilo de hoja verde, pero la realidad indica que la industria paga mucho menos. Más allá de la desregulación y el libre mercado, los productores de Misiones tampoco tuvieron puntería a la hora de elegir a sus referentes en la lucha. Los ejemplos de Julio Peterson y Rosana Arguello, hoy acomodados funcionarios
El calor que abrasa Misiones sintetiza el estado de ánimo de miles de productores yerbateros que padecen la falta de regulación del precio de la materia prima, atribución que hasta marzo del año pasado le correspondía al Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).
La desregulación fue impulsada por el presidente Javier Milei por decreto y desde entonces imperan las leyes del mercado.
En ese contexto, los productores aseguran que lo que paga la industria no alcanza ni para cubrir los costos y plantean medidas de fuerza. La cosa está que arde y empezaron a salir a la ruta.
Hoy, autoconvocados se reunieron en San Pedro, realizaron una asamblea y después una caravana exigiendo 450 pesos por kilo de hoja verde, pero la realidad índica que reciben mucho menos, entre 270 y hasta 220 por kilo.
Se escuchan duros reclamos hacia el gobierno nacional, pero también hacia los interlocutores provinciales que habían prometido que se cumpliría con los 450.
Todo se da en un tiempo donde el consumo de yerba se ve en expansión global y es un gran negocio… para pocos, como está planteado, claro. Messi tomando mate es una imagen que grafica el potencial latente, pero los beneficios están lejísimo de alcanzar a los colonos.
La lucha como trampolín
También es cierto que más allá de la desregulación, el libre mercado y la ambición de los que quieren más y más, en los últimos años los productores de Misiones tampoco tuvieron puntería a la hora de elegir a sus referentes en la lucha.
Dicen que “para ejemplo alcanza un botón”, y citemos acá a dos botonazos: Julio Peterson y Rosana Arguello, quienes se insolaron un tiempito cortando rutas y copando micrófonos, para luego pasar a las filas del oficialismo y disfrutar de jugosos sueldos, vales y todo el cotillón del poder. La lucha grupal como trampolín personal.
Ambos ex diputados provinciales, hoy abroquelados en tranquilos cargos que les aseguran un buen pasar económico: Peterson como subsecretario de Asuntos Yerbateros y Arguello a cargo del Mercado Concentrador de Oberá.
Lejos quedó el tiempo donde él se disfrazaba de Che con tractor y ella copaba el campamento en Cruce Karaben con encendidos discursos. Otros versos endulzaron sus oídos, lejos de las ollas sobre el asfalto, encandilados por los flashes del poder prestado.
Mientras tanto, los colonos en la misma, como cantó Joselo: “La historia se repite como un castigo, como si los nuevos tiempos son mal paridos…”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.