El sargento Alex Emmanuel Unizoni fue denunciado el 24 de febrero por la madre de su hija, a la cual golpeó y amenazó de muerte, aunque siguió en libertad y trabajando en la División Seguridad Vial de Oberá. Tuvo que lastimar a una segunda víctima, una ex pareja, para que lo pongan tras las rejas. Retrato de un violento
El pasado 24 de febrero, una mujer denunció por lesiones y amenazas de muerte al policía obereño Alex Emmanuel Unizoni (36). La víctima estaba toda golpeada, lo que corroboran varias fotos, pero el acusado siguió en libertad.
Tuvieron que pasar 37 días, hasta que el último miércoles fue detenido, pero por otra denuncia de una segunda mujer. Mientras tanto siguió trabajando como policía, amenazando y creyéndose impune.
“Siempre me decía que era intocable, que la justicia no le iba hacer nada y que se iba a quedar con nuestra hija. ‘Me denuncias y perdés todo. La justicia nunca me va a tocar’, me repetía”, comentó N. P. (28), madre de una nena de 4 años, hija del policía.
En diálogo con este medio, relató el calvario que padeció con Unizoni durante los años de convivencia, al tiempo que subrayó que teme por su vida y la de su familia.
Contó que la relación se extendió por casi tres años, pero se separaron por violencia física y verbal cuando su hija tenía un año y medio.

“No lo denuncié antes porque tenía mucho miedo por la impunidad con que se manejaba. El trabajó muchos antes en la División Investigaciones y repetía que era intocable. En septiembre del año pasado operaron a la nena, ahí tuvimos un acercamiento y le di otra oportunidad. Fue un error”, reconoció.
En febrero se fueron juntos de vacaciones, volvieron el día 21 y al otro día el acusado cumplió 36 años.
Al respecto, la víctima detalló que “a la mañana hicimos compras y a la tarde él se fue a jugar al fútbol a Los Helechos. Apareció a la noche re loco, me pegó y tiró la torta. Así festejó su cumpleaños”, lamentó.

Primer caso
Ante la violencia desatada, la pequeña rompió en llantos y se puso entre sus padres, quedó en medio de un forcejeo y resultó con un dedo lastimado.
“La nena lloraba desesperada y él me gritaba que en el auto tenía una piola de dos metros para que yo me mate. Me decía que me cuelgue, que le haría un favor. Después me dijo que me iba a llenar a tiros. A la nena le llegó a decir que tenía que poner su perfume en las flores para tirar dentro de mi cajón para que yo no la extrañe, y que ella me iba a tener que visitar en una tumba”, recordó al borde del llanto.
Esa misma noche el policía le envió varios mensajes con contenido amenazante. Ese material, más fotos de los golpes que recibió, constan en la denuncia que radicó el 24 de febrero.

“El 23 fui a la Seccional Tercera y de ahí me llevaron a la comisaría de la Mujer, pero la policía que me atendió no fue nada empática, me trató mal. Creo que mi error fue decirle que el acusado era un policía. Incluso, me dijo ‘para qué denuncias ahora’, siendo que le expliqué que tenía miedo. Ahí sentí mucha impotencia y me fui. Pero al otro día me asesoré con un abogado y radicamos la denuncia en la fiscalía”, precisó.
A pesar de la gravedad del hecho, el Juzgado de Instrucción Dos no ordenó la detención del sargento. Por su parte, desde la fuerza tomaron el recaudo de sacarle el arma reglamentaria.
“El juzgado le impuso una restricción por tres meses, pero seguía libre y lastimó a otra mujer. Recién ahí lo detuvieron. Yo igual tengo mucho miedo porque demostró de lo que es capaz”, subrayó N. P.
Segundo hecho
Con relación a la segunda denuncia, la víctima acusó a Unizoni de agredirla físicamente y amenazarla con difundir fotos íntimas. Tras la corroborar lesiones en la mujer de 40 años, el último miércoles el Juzgado de Instrucción Dos ordenó la detención del funcionario, quien fue alojado en la comisaría de San Martín.
Al momento de su captura el citado cumplía funciones en la División Seguridad Vial y Turismo de Oberá. Antes y durante muchos años trabajó en la División Investigaciones.
Según averiguó este medio, en su denuncia la mujer detalló que el policía llegó a su casa alcoholizado, la agredió físicamente y la insultó.
Como si todo eso fuera poco, más tarde le envió dos mensajes de WhatsApp -con visualización de una sola vez- con fotografías íntimas de la denunciante, material privado con el cual la amenazó para que no lo denuncie por la agresión previa.
“Si me denuncias, mandó tus fotos a tu laburo y a todos tus conocidos”, indicó el sargento, según la víctima.

De todas formas, no se dejó intimidar y acudió a la comisaría de la Mujer, donde denunció los hechos.
En el examen de rigor, el médico policial en turno diagnosticó que “presenta a nivel de la cara anterior del cuello una lesión tipo equimosis lineal que abarca casi en forma completa la cara anterior del cuello. Al nivel del labio inferior, presenta un hematoma pequeño y a nivel del codo izquierdo presenta escoriaciones leves. 7 días de curaciones”.
En consecuencia, el juzgado interviniente dispuso la detención del implicado y el secuestro de su celular para pericias de rigor.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.