La brutal agresión se registró en julio del año pasado en Oberá y la atacante sólo estuvo 20 días detenida. En el juicio oral podría recibir una condena de hasta seis años de cárcel. “Lo único que pretendo es que deje de molestarnos y acosarnos”, subrayó la víctima
Las secuelas físicas están a la vista, al tiempo que el trauma persiste y se empecina en revivir el mediodía del 19 de julio del año pasado, cuando la víctima fue agredida en su propia casa por su ex cuñada, la cual la mordió y literalmente le arrancó un pedazo del rostro. A nueve meses del hecho, la reconstrucción facial continúa.
En tanto, además del perjuicio físico y psicológico, la agresora persiste en el acoso hacia la damnificada y su familia, violando la prohibición de acercamiento dispuesta por el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.
Sobre la causa, a principios de abril se concretaron las últimas pericias y el expediente está cerca de la elevación a juicio. El hecho fue caratulado como lesiones graves, delito que contempla una pena máxima de seis años de prisión.
Por tratarse de un delito excarcelable, la imputada sólo estuvo detenida durante 20 días y continúa el proceso en libertad.
“Lo único que pretendo es que deje de molestarnos y acosarnos. Desde el primer momento se burló de todos, con comentarios en las redes y pasando todo el tiempo frente a mi casa. No sé qué más pretende, cuánto daño más me quiere hacer”, lamentó la víctima, de 36 años.
Incluso, mencionó que luego de morderla y antes de escapar, su ex cuñada le gritó: “Esto es para que nunca te olvides de mi”, recordó en diálogo con este medio.
Pero eso no fue todo, ya que inmediatamente la agresora radicó una denuncia contra la víctima, aunque la Policía no tardó demasiado en determinar las responsabilidades del caso.
La pesadilla no termina
Visiblemente afectada por la situación, explicó que los sucesos del 19 de julio del año pasado se registraron en su domicilio de calle Clorinda, de Oberá.
“Los problemas con mi ex cuñada vienen de años, porque cada vez que se peleaba con mi hermano agredía verbalmente a la familia. La primera vez que me agredió fue porque quería que me haga cargo de sus hijos, siendo que soy la tía. Me arañó toda y cuando llegó la policía, ella salió corriendo”, detalló.
Tras aquel hecho, la justicia dictó una primera perimetral, aunque ahí comenzaron los insultos por redes sociales.
La situación llegó al límite en las vacaciones de invierno del año pasado, cuando sus sobrinos estaban al cuidado del papá, quien se mudó al terreno de su familia, donde también vive la víctima con su esposo.
Recordó que la ex de su hermano llegó alterada a la casa y empezó a los gritos en la vereda, por lo que quiso interceder y fue brutalmente agredida.
“Fue en un segundo, no sé cómo hizo para saltar el portón, se me tiró encima y me mordió la cara. Sentí un dolor y calor, que era la sangre chorreando. Mi esposo me puso una gasa y me llevó al Hospital, donde me atendieron muy bien desde un primer momento.
La mordida ocasionó una lesión de seis centímetros de diámetro sobre la ceja, cuya curación demandó varios meses y aún resta una cirugía reconstructiva.
En el colmo del cinismo, tiempo atrás la agresora publicó un estado: “¿Algún turnito para cejas?”, una ironía macabra que retumba en la mente de la víctima que vive atormentada.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.