Alan Calixto Closs fue condenado a la máxima pena por el Tribunal Penal de Oberá. El jueves escuchó el veredicto con absoluta indiferencia. En su alegato, el fiscal David Milicich desacreditó la versión de un accidente en el marco de una práctica sexual consentida, tal como declaró el femicida en su intento por salvarse
Alan Calixto Closs (32) masticaba chicle, como subestimando la situación, cuando Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno de Oberá, leía la sentencia tras el debate oral por el crimen de Daniela Radke (23), registrado en mayo de 2023 en la ciudad de San Vicente.
Así, con absoluta indiferencia, escuchó el veredicto: prisión perpetua por abuso sexual con acceso carnal y femicidio en concurso real. La condena coincidió con el pedido formulado por el fiscal David Milicich en su alegato.
Si bien el imputado y su defensa insistieron con la versión de “un accidente” en el contexto de una práctica sexual masoquista consentida, la fiscalía desestimó eso con un dato contundente: la autopsia confirmó que la víctima tenía 2,79 gramos de alcohol por litro de sangre, por lo que fue imposible que consintiera nada.
Tras la sentencia del último jueves, en la puerta del Tribunal obereño, Tamara Radke reconoció que “por un lado estoy contentísima; pero por otro, sé que esto no me va a devolver a mi hermana. Al menos va a poder descansar en paz, y nosotros como familia, también”.
Asimismo, se mostró indignada por la versión que brindó el femicida sobre una relación previa con la víctima, que era madre de un pequeño que hoy tiene 9 años.
“Mentir que eran mejores amigos. Es un mentiroso, un hipócrita que no se merece llamar ser humano”, subrayó.
Entre las pruebas que desde un primer momento incriminaron a Closs se destaca el registro de cámaras de seguridad de la zona.
Según la reconstrucción presentada por la fiscalía, en la tardecita del 5 de mayo de 2023 el hombre llegó a inquilinato donde vivía, en compañía de Radke, y en la madrugada se retiró con su cuerpo sin vida sobre la moto.
“A las 2.34 (del 6 de mayo) sale con Daniela sin vida. A las 2.38 vuelve solo. Fue cuando la descartó”, describió Milicich
Alegato fiscal
En su alegato, el fiscal argumentó que Closs actuó con plena consciencia y dominio de sus actos. También descartó que el deceso haya sido en el marco de una práctica sexual masoquista, como quiso instalar el imputado.
“Daniela fue violada, no hubo relación sexual consensuada; tampoco fue un accidente, es femicidio”, afirmó Milicich al solicitar la pena máxima. Explicó en este sentido que de acuerdo a la autopsia la víctima presentaba un nivel de 2,79 gramos de alcohol en sangre, lo que según los peritos forenses le provocaba un “estado de casi inconsciencia, con deterioro de la comprensión, juicio, voluntad y consentimiento”, situación que fue aprovechada por el acusado para someterla y matarla.
“Las cámaras lo muestran manejando y hablando por teléfono con normalidad. El testigo que acudió esa madrugada también declaró que lo vio tranquilo. Salió manejando la moto de manera normal. Entonces, el único estado de inconsciencia era el de Daniela”, remarcó.
Milicich también hizo hincapié en los antecedentes de hostigamiento que Closs tenía con la víctima. Citó el testimonio de una amiga de Daniela, quien dijo que el acusado la buscaba insistentemente pese a los reiterados rechazos. “Esto no fue espontáneo. Fue deliberado. Tenía un plan criminal”, afirmó.

En su exposición, momentos antes, el fiscal incorporó la perspectiva de género al analizar el caso y trazó un paralelismo con el femicidio de Ángeles Rawson, cometido por Jorge Mangeri, en Buenos Aires.
“No hacía falta un vínculo sentimental, una relación de pareja. En aquel y en este caso hay un desprecio evidente hacia la mujer, vista como un objeto que se usa y se descarta”, expresó.
“La mató porque quiso matarla. No fue accidente ni confusión. Fue violencia de género y abuso. Y por eso debe pasar su vida en prisión. Porque a Daniela no la tenemos más”, concluyó el fiscal, quien también solicitó que se brinde asistencia integral al hijo de la víctima, Aarón, a través de la Dirección de Niñez de la Municipalidad de San Vicente.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.