El policía obereño Alex Unizoni afronta causas por lesiones y amenazas contra dos ex parejas. Fue liberado hoy, tras abonar una fianza de 3 millones de pesos. “Creo que uno tiene que ser delincuente para que la justicia te proteja, porque teniendo todas las pruebas en contra, igual lo liberaron”, opinó Nancy Pless, una de las víctimas
Tras permanecer dos meses detenido, el sargento de la Policía de Misiones Alex Emmanuel Unizoni (36) fue excarcelado hoy luego de abonar una caución real de 3 millones de pesos. El mismo afronta causas por lesiones y amenazas en perjuicio de dos ex parejas.
El pasado 2 de abril fue denunciado por Valeria G. (40), a quien golpeó y amenazó con difundir videos íntimos. Por ese hecho apenas estuvo 12 días tras las rejas.
En tanto, el 22 de abril volvió a ser aprehendido por violar la prohibición de acercamiento hacía otra de sus víctimas, Nancy Pless (28), a la cual persiguió durante varias cuadras.
La misma mujer, madre de una hija de Unizoni, ya lo había denunciado en marzo, aunque en aquella ocasión no fue detenido.
“Creo que uno tiene que ser delincuente para que la justicia te proteja, porque teniendo todas las pruebas en contra, igual lo liberaron. No tiene sentido. Parece que la justicia espera que el tipo vaya y me pegue un tiro”, cuestionó Pless.
Precisamente, la segunda detención del sargento se encuadró bajo la carátula de desobediencia judicial, puesto que violó la prohibición de acercamiento que estaba vigente en abril.
Ahora, en la nueva excarcelación dispuesta por el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá se fijó una medida de protección por seis meses, lapso en que el policía no podría acercarse a menos de 300 metros de la víctima.
“Esos seis meses de restricción no me protegen, porque eso no lo frena y ya lo demostró. (Ayer) al mediodía llegué a mi casa y me puse a revisar todo. Estoy aterrada por mi hija y por mí”, reconoció.

Registro de la violencia
Entre las pruebas que mencionó Pless, la justicia accedió a un video -aportado por la víctima a la Comisaría de la Mujer- donde se observa toda la brutalidad del implicado.
La mujer logró grabar con su propio celular un episodio de extrema violencia registrado en marzo, donde el sargento la golpeó en el rostro, la cabaza y otras partes del cuerpo.
De fondo se escucha el llanto desconsolado de la hija de ambos, una pequeña de 4 años que le ruega a su padre que deje de golpear a su mamá, mientras que la víctima trata de calmar a la pequeña diciéndole que está bien.
En las imágenes se ve que el policía retiene contra su voluntad a la chiquita, que pide para ir con su madre. A su vez, Unizoni grita amenazante: “Denunciame, denunciame y vas a ver qué te va pasar”.
En diálogo con este medio, la mujer contó que “siempre me decía que él era intocable, que la justicia no le iba hacer nada y que se iba a quedar con nuestra hija. ‘Me denuncias y perdés todo. La justicia nunca me va a tocar’, me repetía”.
Ante la violencia desatada, la pequeña rompió en llantos y se puso entre sus padres, quedó en medio de un forcejeo y resultó con un dedo lastimado.
“La nena lloraba desesperada y él me gritaba que en el auto tenía una piola de dos metros para que yo me mate. Me decía que me cuelgue, que le haría un favor. Después me dijo que me iba a llenar a tiros. A la nena le llegó a decir que tenía que poner su perfume en las flores para tirar dentro de mi cajón para que yo no la extrañe, y que ella me iba a tener que visitar en una tumba”, recordó Pless.
En tanto, reconoció: “No lo denuncié antes porque tenía mucho miedo por la impunidad con que se manejaba. Él trabajó mucho antes en la División Investigaciones y repetía que era intocable. Literalmente, es de terror lo que este tipo hizo durante muchos años”.

“Tengo mucho miedo”
Ante la excarcelación de la víspera, Pless mencionó que, en paralelo a la causa penal, ante el Juzgado de Familia tramita la restricción de acercamiento hacia su hija, como también la custodia de la pequeña.
“Mi nena no quiere ir con él porque fue testigo de la violencia que ejerció conmigo. Le tiene terror”, subrayó.
Si bien Pless denunció a Unizoni por primera vez el pasado 24 de febrero, el policía no fue detenido por ese hecho. Recién fue capturado después de lastimar a una segunda víctima, Valeria G., a la cual golpeó y amenazó.
Por ese hecho estuvo detenido apenas 12 días. Así, el 16 de abril recuperó la libertad; pero el 22 de abril volvió a ser aprehendido por desobediencia judicial, ya que violó la prohibición de acercamiento vigente hacia sus víctimas. Fue alojado en la comisaría de Villa Bonita, Campo Ramón.
Según la denuncia radicada por N. P. ante la Comisaría de la Mujer de Oberá, el 19 de abril (a tres días de haber recuperado la libertad) el policía persiguió a su ex cuando se movilizada por avenida Libertad.
En sede policial, la víctima relató el calvario que padeció durante la relación con Unizoni, donde sufrió golpes y amenazas constantes.
Sobre el hecho del 19 de abril, precisó que se detuvo en el semáforo Libertad y Misiones y del otro lado de la avenida vio a su ex, quien giró en U para seguirla durante varias cuadras. Recién logró evadirlo al doblar de manera repentina en avenida Andresito.
“Me siguió varias cuadras con total impunidad y tengo mucho miedo por lo que pueda hacerme, porque ya demostró de lo que es capaz”, dejó asentado.
La otra víctima
En paralelo a las denuncias penales de sus ex, el sospechoso fue separado de funciones, le quitaron el arma reglamentaria y afronta un sumario interno.
Por su parte, Valeria G. -otras de las víctimas- ya efectuó tres ampliaciones de denuncia tras la agresión física y las amenazas que padeció el pasado 2 de abril.
La causa que se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos, está caratulada “lesiones agravadas por violencia de género y amenazas”.
En su denuncia, la mujer detalló que el policía llegó a su casa alcoholizado, la agredió físicamente y la insultó.
Como si todo eso fuera poco, más tarde le envió dos mensajes de WhatsApp -con visualización de una sola vez- con fotografías íntimas de la denunciante, material privado con el cual la amenazó para que no lo denuncie por la agresión previa.
“Si me denuncias, mandó tus fotos a tu laburo y a todos tus conocidos”, indicó el sargento, según la víctima.
De todas formas, no se dejó intimidar y acudió a la comisaría de la Mujer, donde denunció los hechos.
En el examen de rigor, el médico policial en turno diagnosticó que “presenta a nivel de la cara anterior del cuello una lesión tipo equimosis lineal que abarca casi en forma completa la cara anterior del cuello. Al nivel del labio inferior, presenta un hematoma pequeño y a nivel del codo izquierdo presenta escoriaciones leves”.
En consecuencia, el juzgado interviniente dispuso la detención del implicado y el secuestro de su celular para pericias de rigor.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.