El Grupo de Delitos Tecnológicos de Gendarmería detectó tráfico de material de abuso sexual infantil en Campo Grande. El operativo de búsqueda y detención requirió una importante logística. Interviene la Fiscalía de Instrucción en Ciberdelitos
Una denuncia registrada el pasado 1 de abril ante la Fiscalía de Instrucción en Ciberdelitos, derivó en el secuestro de material de abuso sexual infantil (MASI) y la detención de un joven que reside en la localidad de Campo Grande.
En tanto, el pasado 18 de junio, el imputado Kevin C. (25) fue citado a indagatoria por el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá y se abstuvo de declarar.
El mismo está acusado de la presunta comisión del delito de “divulgación y/o distribución de pornografía infantil” y continúa privado de la libertad.
El operativo para ubicarlo demandó una importante logística y colaboración de varios actores. Así, lograron dar con el sospechoso de un delito aberrante que se propaga puertas adentro, pero deja rastros en la red.
El implicado es desempleado, no posee antecedentes penales y al momento de su detención vivía con su mamá y dos hermanos.
Todo comenzó por una iniciativa del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Unidad de Procedimientos Judiciales Misiones de Gendarmería Nacional, a cargo del segundo comandante Walter Daniel Ibarra Baggi, en el marco de investigaciones realizada en el sitio de Internet Crimes Against Children Child On-line Protection System (ICCACOPS), sistema que permite identificación de direcciones IP asociadas con la distribución de archivos vinculados con la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en diversas redes.
“Mediante la geolocalización, las pesquisas lograron ubicar una IP pública de Campo Grande traficando material de abuso sexual infantil. En principio de se detectaron 14 archivos de interés”, explicó una fuente.
Metodología de búsqueda
Tras la denuncia recepcionada por el fiscal en Ciberdelitos, Juan Pablo Espeche, con el objetivo de identificar al usuario de la IP en cuestión, el 4 de abril se ordenó a la Unidad de Delitos Complejos entrevistar al responsable de la empresa prestataria del servicio de internet vinculado a la investigación.
“Fue entonces que se determinó que la IP pública implicada contaba con 213 usuarios.
En ese punto, el prestador del servicio de internet achicó el rango de búsqueda asignando una IP pública cada 20 IPs privadas”, especificó el vocero.
A continuación, los investigadores de Gendarmería monitorearon el sitio ICCACOPS en busca de nuevos registros entre los rangos asignados.
En consecuencia, el 20 de abril una de ellas marcó tráfico de material de abuso sexual infantil, más precisamente “videos e imágenes de niñas participando en actos sexuales con hombres adultos”, se precisó.
“Dentro de dicha IP se encuentran 19 clientes. Entonces, lo que se hizo fue reasignar una IP publica para cada IP privada utilizada por esos usuarios, lo que ajustó más aún el rango de búsqueda. Luego, el 23 de abril se registró otra búsqueda de MASI que permitió individualizar una IP en el barrio Misionerita”, detallaron.

La ubicación
Con dicha información, la Fiscalía de Ciberdelitos solicitó que se realicen tareas de investigación en el domicilio en cuestión. Al mismo tiempo, se identificaron dos celulares asociados a la titularidad del servicio de internet.
Ello permitió establecer la identidad de Dionel C. y la de su madre, la dueña de casa.
Tales datos derivaron en la orden de allanamiento dispuesta por el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá en el citado domicilio del barrio Misionerita de Campo Grande.
El operativo se concretó el pasado 13 de junio por la tarde y participó personal de la Secretaría de Apoyo Para Investigaciones Complejas (Saic), Policía y Gendarmería.
En primera instancia, al analizar una netbook, se determinó que el 9 de junio se creó una carpeta para descargas, pero estaba vacía.
De todas formas, con herramientas tecnológicas específicas, los peritos lograron recuperar siete archivos MASI coincidentes con las alertas detectadas por el sistema ICACCOPS.
También se corroboró que la computadora en cuestión era utilizada por Kevin y no por su hermano Dionel, por lo que el primero fue imputado.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.