En diciembre, la directora suplente de la Escuela 633 adquirió sidra y pan dulce con recursos del comedor escolar. El Consejo de Educación la apartó del manejo de los fondos, pero sigue en funciones. Los padres de los alumnos reclamaron acciones concretas y que sea apartada del cargo
El mes pasado, este medio publicó detalles sobre el apartamiento del manejo de los fondos del comedor de la Escuela de Frontera de Jornada Completa 633 del director Marcelo Poje y a la directora suplente Patricia Hartel.
Entre las irregularidades detectadas se destaca la compra de botellas de sidra y pan dulce por un monto de 123.176,00 pesos. Dicha adquisición fue realizada en un conocido supermercado mayorista de Oberá el pasado 18 de diciembre de 2024.
En el mismo presupuesto se incluyeron 10 kilos de harina, una pieza de queso, un rollo de papel de cocina y 600 gramos de morrones, lo que sumado a la sidra y el pan dulce totalizó 151.734,00 pesos que fueron abonados con dinero del comedor escolar.

La citada compra lleva la firma de la directora suplente Hartel, según la prueba presentada.
En consecuencia, el pasado 3 de junio la supervisora escolar Rosa Escobar apartó a los citados del manejo del comedor y fueron nombrados los nuevos responsables.
Según la disposición 14/25, el cambio de responsables solidarios del comedor de la citada institución surgió por iniciativa de la propia directora de Nutrición Escolar del Consejo General de Educación (CGE), licenciada Gabriela Reyna.
“Dicha solicitud responde a una denuncia por irregularidades en el manejo de fondos de comedores de la institución, presentada por la vicedirectora Mirna Farías”, se precisa en el escrito oficial.
Llamativamente, transcurrido más de un mes del apartamiento, el expediente administrativo no tuvo avances y ello generó la reacción de la comunidad educativa.
A través de una nota que lleva casi cien firmas, padres de alumnos expresaron su preocupación a las autoridades del área, solicitaron medidas y pidieron el apartamiento de la directora.

Repudio generalizado
En la citada nota, los padres expresaron: “Nos dirigimos a las autoridades competentes para manifestar nuestra profunda preocupación y total desacuerdo con la situación que involucra a la señora Patricia Hartel, quien actualmente ocupa el cargo de directora.
Es de conocimiento público que tiempo atrás, la mencionada señora realizó compras de bebidas alcohólicas y otros productos con recursos destinados al comedor escolar, es decir el sustento alimenticio de nuestros hijos. Consideramos este hecho como sumamente grave, inapropiado e inaceptable con el rol de autoridad y ejemplo que se espera de una figura directiva.
Lejos de haberse tomado medidas claras y ejemplares ante esta situación, observamos con gran preocupación que la señora Patricia continúa desempeñando funciones y ha sido incluso designada como directora, lo que ha generado un fuerte malestar en la comunidad.
Por todo lo expuesto, solicitamos con urgencia una explicación oficial y detallada sobre las actuaciones realizadas ante este hecho y requerimos que se tomen las medidas disciplinarias correspondientes, incluyendo su apartamiento preventivo del cargo mientras se esclarece lo sucedido.
Como madres, padres y tutores, depositamos nuestra confianza en esta institución para la formación, el cuidado y el desarrollo de nuestros hijos e hijas. Es por ello que creemos firmemente que situaciones como esta no pueden ser minimizadas ni normalizadas y que es deber de las autoridades preservar los valores y la integridad del ámbito educativo”, cita el escrito.


Serias irregularidades
Tal como se informó el mes pasado, tras el apartamiento del director y la directora suplente del manejo de los fondos del comedor escolar, se aguardaba la inspección de funcionarios del área legales del CGE, lo que aún no se concretó.
Además de la compra de sidra y pan dulce, insumos que no fueron incluidos en la dieta de los alumnos, un primer control de las partidas designadas al comedor permitió detectar otras irregularidades, como el retiro por parte del director de dinero en efectivo de la cuenta de un mayorista de frutas y verduras.
Entre el 29 de noviembre y el 11 de marzo, Poje habría hecho al menos tres retiros de efectivo.
“La comisión de comedor está integrada por varios docentes, pero los responsables del manejo de los fondos eran el director y la directora suplente. Siempre costaba mucho que sean claros con los números; hasta que notamos serias irregularidades, insistimos en el pedido de un balance, no obtuvimos respuestas y la vicedirectora Farías hizo la denuncia ante el Consejo, como corresponde”, precisó un vocero.
Previo a la presentación ante el CGE, hubo varias reuniones con la supervisora Escobar. En ese marco, el director Poje argumentó que el retiro de efectivo fue para adquirir cilindros de 45 kilos de gas.
En este punto, la primera contradicción se dio al constatar retiros sobre fin de año, cuando ya habían culminado las clases.
“La supervisora siempre pedía discreción. Pero la gota que colmó el vaso fue la compra de sidra y pan dulce, mercadería que no se puede adquirir con fondos del comedor ni fue a la escuela. De eso están las pruebas y es un hecho gravísimo”, subrayaron.
Dos kilos de carne para 200
La Escuela 633 se ubica en Campo Ramón, justo en el límite con Oberá. Al tratarse de una institución de jornada completa, los alumnos cuentan con desayuno y almuerzo.
“La escuela está en una zona de muchas carencias, con familias muy humildes. Por eso, el menú escolar contempla que los lunes y viernes se sirva guiso de porotos o lentejas, ya que son días claves porque vienen o entran al fin de semana y no comen bien en las casas”, comentó una docente.
En ese contexto, mencionó que “muchas veces, porque no había más plata, cocinamos con dos kilos de carne para 200 chicos. Pero ahora resulta que plata había, pero se gastaba en otra cosa”.
También el personal de la institución elevó una nota a la directora suplente solicitando una reunión “de carácter urgente para discutir la situación que se dio en la comisión de comedor, ya que se ha detectado un malestar en el clima laboral que requiere una atención inmediata”.
Precisaron que Poje se encuentra de licencia médica; mientras que luego de la denuncia, Hartel, que era una de las vicedirectoras, fue nombrada directora suplente.
Por otra parte, la diputada provincial Gladys Cornelius elevó un pedido de informe a la legislatura solicitando que a través del Ministerio de Educación “se informe sobre la situación denunciada sobre el destino de los fondos otorgados al comedor de la Escuela 633”, como también “la condición del director Marcelo Poje por la malversación de fondos”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.