La falta de profesionalismo de un policía que presta servicio en la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle desató un verdadero escándalo institucional, ya que el uniformado tenía que custodiar una casa, pero resulta que estaba adentro con la dueña, descuidó su puesto y el ex de la mujer aprovechó para romper el patrullero y dañar otros elementos.
El hecho se registró en una vivienda de calle Gobernador Barreyro, en la localidad de Salto Encantado, donde el policía Oscar D. S. fue asignado para un puesto de seguridad por una denuncia por violencia de género radicada por V. C.
Pero en un momento de la noche el uniformado abandonó el patrullero y pasó un par de horas en el interior de la casa, incumpliendo su tarea, al punto que el ex de la mujer tuvo tiempo de llegar al lugar y destruyó la luneta del móvil.
El violento también sustrajo el chaleco antibalas que estaba en el interior del coche y lo quemó. Todo mientras gritaba y amenazaba, lo que alertó al policía, quien solicitó refuerzos. El agresor terminó tras las rejas.
Llama la atención que, pese a la gravedad de los hechos, no se habría adoptado ninguna medida disciplinaria ni administrativa por parte del comisario mayor Daniel Omar Michelischt y del comisario inspector Arturo Pascual Acevedo, jefe y segundo jefe de la UR XI.
Un caso que deja al descubierto una posible falta de control y encubrimiento, además de la desprotección que implica hacia víctimas de violencia de género.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.