El 19 de octubre de 2019, la vida de Ana cambió para siempre. Ese día, su hijita que entonces tenía 4 años le contó que su tío la violaba. Tras el primer impacto, radicó la denuncia ante la comisaría de la Mujer de Oberá, creyendo que el sospechoso pagaría por su crimen.
Pero a poco de cumplirse seis años de la aquella revelación terrible, el implicado aún no rindió cuentas ante la justicia y la víctima afronta secuelas.
En diálogo con este medio, Ana lamentó la impunidad que ostenta Lucas Oscar R. (25), su ex cuñado y apuntado por la nena como el autor de los abusos.
“Es el hermano del padre de mi hija, del cual me separé después de lo que pasó. El 19 de octubre de 2019 le fui a bañar a mi nena y me dijo ‘el señor me puso el dedo, me duele’. Yo quedé en shock y le pregunté ‘¿qué señor, el vecino, papá?’, pero me dijo que no. Ahí le revisé y estaba muy irritada. Inmediatamente hice la denuncia”, precisó.
Recordó que le avisó al padre de su hija, con quien convivía. Al rato el hombre llegó a la comisaría de la Mujer junto a su hermano.
“Cuando mi nena vio que llegaba el tío, me dijo fue él”, mencionó. Al volver a su casa, el sospechoso ya no estaba: “Se escapó a Buenos Aires”, agregó.
El tío de la criatura había vivido tres meses con su hermano y la familia, circunstancia que habría aprovechado para abusar de su sobrina en más de una ocasión, según la niña.
El expediente por abuso sexual simple se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.
“Contraté un nuevo abogado para que mueva la causa, porque hasta ahora el violador sigue suelto. Vive en Buenos Aires, pero sé que cada tanto viene a Campo Grande para visitar a los padres. A mi hija a mí nos arruinó la vida. Después de eso la familia decía que estaba loca y me separé. Mi hija quedó muy traumada y repitió dos años. Pido justicia, no puede quedar así”, subrayó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.