En diciembre de 2016, Juan Carlos Olivera (45) fue condenado por el homicidio de Osvaldo Piris (59), ultimado de un balazo en la cabeza en su chacra de Picada Belgrano, en Aristóbulo del Valle.
Diferentes testimonios implicaron al sospechoso, pero lo que realmente lo complicó fue la prueba de parafina que halló restos de pólvora en sus manos.
Transcurridos nueve años del hecho, Olivera ya goza de salidas transitorias de 24 horas y el sábado a la tarde salió de la cárcel de Oberá para visitar a su novia, en Aristóbulo.
En tanto, como no volvió en tiempo y forma, anoche el jefe de la unidad penal radicó una denuncia y activó la búsqueda del evadido.
Fue así que esta mañana, personal policial lo ubicó en Aristóbulo y quedó alojado en la comisaría local a la espera de su traslado a Oberá.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.