Ante el avance del expediente, testimonios y pruebas comprometedoras, los últimos movimientos de los policías imputados en el caso Agustín Ramírez marcan claros indicios de la ruptura del pacto de silencio que acordaron en un primer momento, luego de abandonar agonizando a la víctima.
Luego que el jueves pasado la querella que representa los intereses de la familia del joven obereño solicitara la elevación a juicio del expediente penal y la inmediata detención de los tres policías, la agente Camila Betiana Canteros (26) decidió cambiar de abogado particular, el mismo que defiende al sargento primero Ariel David Canteros (47).
No se trata de un dato menor, ya que el último era quien conducía la patrulla que estaba al mando del oficial subayudante Nicolás Maximiliano Skripchuk (27).
Vale recordar que desde un primer momento los tres policías coincidieron en sus declaraciones, aunque no sin contradicciones, tratando de alivianar sus responsabilidades.
Pero ahora, transcurridos tres años del siniestro que dejó con una discapacidad del 80 % a la víctima y la posibilidad de pasar más de 20 años tras las rejas, parece el acuerdo se diluye y Camila Canteros decidió distanciarse de Ariel Canteros y cambiar de abogado con la intención de contar su verdad. Por su parte, Skripchuk tiene otros abogados.

Qué dijeron hasta ahora los imputados
Según el expediente, en sede judicial Camila Canteros afirmó que “no fue una persecución, sino que le seguimos (a Ramírez) por la misma calle porque no tenía luces traseras”.
Ariel Canteros reconoció “comenzamos en calle Salta y Erasmie, él nos pasa y yo empiezo a intentar alcanzarlo, unas 6 cuadras aproximadamente”.
Por su parte, el oficial Skripczuk habló de “seguimiento de 5 cuadras y media, durante tres o cuatro minutos”.
Tales versiones constituyen una contradicción insalvable, ya que mientras Camila Canteros negó la persecución, Ariel Canteros y Skripczuk la reconocieron expresamente.
Tampoco se pusieron de acuerdo en duración y distancia de la persecución, puesto que Camila Canteros dijo que la moto fue vista solo hasta “50 metros antes de calle Quintana”, y que perdieron contacto “a los 30-50 metros”.
Pero Ariel Canteros sostuvo que la persecución duró “unas 6 cuadras”; mientras que Skripczuk declaró que fue de “5 cuadras y media, 3 a 4 minutos”. Es decir, tres versiones distintas sobre el mismo hecho.
La decisión de Camila Canteros de romper el pacto de silencio obedecería a que tiene el menor rango en la cadena de mando, ya que Skripczuk estaba a cargo de la patrulla y, sobre todo, el que manejaba era Ariel Canteros.
Imputación y pena
Para la querella, el accionar de los policías constituye los delitos de “abandono de persona agravado por la calidad de funcionarios públicos, lesiones gravísimas calificadas e incumplimiento de los deberes de funcionario público, todo ello en concurso real”, por lo que podría corresponder penas de hasta más de 20 años de cárcel.
“Con esta imputación tan grave y las sobradas pruebas que existen en el expediente, es una falta de respeto que tengamos a estas tres personas trabajando para la Policía de Misiones, lo que pone en riesgo no sólo a la víctima y a su familia, sino también a la comunidad toda”, alertó el querellante Rafael Núñez.

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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.