El pasado 1 de mayo, Héctor Fernando Ozuna (32) llegó a su casa en el barrio Tuichá de Oberá y golpeó brutalmente a su esposa y a su hijo de 15 años. Además de las lesiones, también los amenazó de muerte y destruyó cosas.
Tras la denuncia, el violento se dio a la fuga y permaneció prófugo. Por temor, las víctimas tuvieron que mudarse de barrio.

Días atrás, el Juzgado de Instrucción Uno le otorgó la eximición de prisión, es decir que seguirá el proceso en libertad. También dispuso la prohibición de acercamiento a las víctimas.
La decisión judicial no habría sido notificada a la policía, que esta tarde ubicó y detuvo a Ozuna, aunque desde el juzgado ordenaron que lo liberen.
En consecuencia, a pesar de la gravedad del delito que cometió, el citado no pasó ni un solo día preso.
Después las autoridades y organismos dan discursos sobre el combate a la violencia de género, pero en la práctica dejan mucho que desear.

Para colmo, tras la publicación de este medio sobre la demora de Ozuna, familiares salieron a defenderlo y hasta publicaron una foto suya de esta noche, donde se lo ve muy tranquilo y sonriendo. Una burla a las víctimas.

.
.

Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.