LAS ETERNAS GOTERAS DEL COMPLEJO
Hoy volvió a suspenderse un evento previsto en el estadio cubierto del polideportivo Ian Barney I de Oberá, donde se debía disputar una fecha de la Súper Liga de básquet. Estadio cubierto… pero lleno de goteras y desde hace décadas. Goteras que vienen de la gestión de Rolo Dalmau (1999-2003), cuyo entonces director de deportes una vez me quiso retar por publicar que llovía en la cancha de básquet. Después pasaron Tito Rindfleisch (2003-2015), Carlos Fernández (2015-2021) y ahora está Pablo Hassan… y las goteras persisten y siguen suspendiendo eventos en el complejo. ¿Tan complicado será ubicar y parchar las goteras? A la actual directora de Deportes no le interesa el básquet, como tampoco a su jefa inmediata, no es ningún secreto. Pero deberían dejar de lado sus preferencias particulares y atender las genuinas demandas de la comunidad deportiva. ¿O no es ese el fin de la política y de la función pública?
MUCHO OJO CON CHICOS
Ya que andamos por la zona de los polideportivos, qué lindo es ver tantos chicos, adolescentes y grandes haciendo deportes a la tardecita, tanto en el Ian Barney I como en el II. Pero ojo, las autoridades deberían prestar atención a ciertas conductas que están proliferando por ahí, consumos que habría que combatir ya. La gurisada se junta y quiere probar, sólo falta uno que proponga y chau. Las sustancias avanzar y no hay ámbito que escape a eso. Días atrás, una chica que practica atletismo alertó que alguien andaba ofreciendo cosas raras por ahí. Ojo, estar atentos los profes y funcionarios, y también en la casa.
LA TRISTE VIDA CARLITOS EN EL HOSPITAL DE OBERÁ
Cualquiera que recorra los pasillos del Hospital de Oberá notará la diferencia que existe entre el sector viejo y el nuevo. Arriba todo inmaculado, brillante; allá abajo goteras, baños sucios, paredes descascaradas y… Carlitos. Siempre Carlitos en la misma miseria humana a la cual lo postraron la enfermedad mental, el olvido de su familia y la indiferencia de estado. Se llama Juan Carlos Da Silva y tiene poco más de 60 años, pero aparenta varios más. Su vida transcurre juntando colillas de cigarrillos, alguna limosna y el lugarcito que encuentre para pasar la noche. Hace por lo menos 20 años que vive así. ¿Qué hicieron por él desde el Servicio Social y las autoridades del Hospital? ¿Acaso no lo ven durmiendo en el piso sucio o afuera, como si fuera un animalito? ¿Por qué no lo revinculan con la familia sabiendo que tiene una hermana? ¿Es cierto que la hermana cobra una pensión por él? Y sí él no se quiere ir por su propia patología y porque ya está habituado al lugar, ¿no sería mucho más digno y humano que le habiliten una piecita para que viva mejor sus últimos años? Sólo preguntas. Mientras tanto, Carlitos sigue en la desidia total y cada vez más apagado.

¿DÓNDE VIVE HARTFIELD?
De acuerdo con datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) -un organismo oficial-, en el primer semestre de 2025 cerraron 3.647 empresas con al menos un trabajador registrado. El número da un promedio que asusta: en Argentina se cierran 20 empresas por día. Otra estadística de terror: el 80% de las familias no llegan a fin de mes. Así, mientras el presidente minimiza los escándalos de corrupción que sacuden al gobierno y busca respaldo en Trump para sacar la cabeza de abajo del agua, el candidato a diputado nacional Diego Hartfield basa su campaña en que “este es el camino” y “están haciendo las cosas bien”… Parece que candidato hace campaña acá pero vive en Suecia.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.