Nahuel Alejandro Aquino tiene 12 años y es uno los pasajeros del colectivo Sol del Norte que cayó por el puente del arroyo Yazá, tragedia que se cobró 9 vidas. Hoy se recupera de la rotura del brazo derecho, aunque llevará de por vida el recuerdo de esa madrugada fatal. Tan chiquito y tuvo que padecer de manera tan brutal los estragos de un borracho despreciable.
Todavía internado en el Hospital de Oberá, Nahuel grabó un video donde contó lo recuerda del siniestro vial, al tiempo que pidió a la población que no conduzcan sin toman alcohol.
“Quiero dejar un mensaje para la gente: que si toman alcohol no salgan a la ruta, porque lastiman a gente inocente que termina pagando por culpa de los que no piensan”, remarcó el niño.
Sobre el hecho, contó que “al momento del choque yo estaba despierto. Me acuerdo que agarré mi celular un ratito y de golpe sentí el frenón que pegó el colectivo. En eso mi papá se despertó y me abrazó fuerte. En eso el colectivo empezó a descontrolar y me acuerdo que dimos una vuelta. Ahí se ve que me golpeé la cabeza y quedé inconsciente por varios minutos. Después me acuerdo que la mitad del colectivo estaba hundido en el arroyo y empecé a gritar por ayuda”.
En otro tramo, dijo: “Mi papá apenas podía respirar. Cuando llegaron los bomberos les pedí que, si no nos pueden sacar, que por lo menos hagan un agujero para que mi papá pueda respirar y esté más tranquilo. Los bomberos se dieron cuenta, hicieron el agujero para que pueda respirar y después cortaron el techo. Nos rescataron y gracias a Dios estamos con vida”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.

