Se encadenó frente al Edificio de Tribunales de Oberá y denunció que es víctima de “un plan mafioso”
El 9 de julio de 2018, el aduanero César Oscar Paganetto (64) fue asesinado de dos disparos por su esposa, Luisa Báez, entonces de 73 años, quien posteriormente reconoció la autoría del hecho. La mujer fue condenada a prisión perpetua y falleció en noviembre de 2021 mientras cumplía su pena.
Así, en poco más de tres años, Miriam Marisa Paganetto (52), única hija y heredera de la víctima, perdió a ambos padres.
En paralelo afrontó una larga puja judicial con sus tíos paternos por los bienes de sus padres, aunque la justicia falló a su favor.
Pero entonces no terminaron los problemas judiciales para la mujer, quien este martes se encadenó frente al Edificio de Tribunales de Oberá en reclamo de lo que consideró “un plan mafioso” para quedarse con sus bienes.
“El Juzgado Civil ya me remató un terreno y ahora me van a rematar el segundo, porque quienes eran mis abogados me demandaron por falta de pago de sus haberes, siendo que les tenía que pagar con mi herencia y nunca se terminó la sucesión”, indicó en diálogo con este medio, aclarando que tiene un hermano por parte de madre que también reclama una parte de la herencia.

Incluso, avanzó sobre un presunto negociado entre un magistrado y dos abogados para quedarse con sus cosas.
“Primero contraté a dos abogados para que me lleven el caso. Un día me dijeron que el juez quería hablar conmigo, fui y me dijo que no podía haber elegido mejores abogados. Y que tenía que darles el poder para la sucesión”, mencionó.
Según Paganetto, tiempo después uno de los abogados empezó a trabajar como secretario del juez. “Ahí me cerró todo”, especuló.
Entre idas y vueltas, afirmó que “un día me dijeron que la sucesión prescribió, mientras que el mismo juzgado empezó a rematar mis terrenos”.
Desconsolada, rogó que “algún buen abogado que no se venda me ayude, porque si no, voy a perder todo, me voy a quedar en la calle con mi hijo que es menor”.
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