Volvieron a condenar a “Pato” Cantero, conocido criminal obereño, esta vez por drogas
El viernes, Luis Miguel “Pato” Cantero fue sentenciado a cinco años de cárcel por almacenamiento de drogas. Autor de robos a mano armada y motochorro, delinque desde menor. Prontuario, condenas previas y el rol clave de su familia en la última detención
Luis Miguel “Pato” Cantero (39) sintetiza lo que la crónica policial define como un “delincuente de carrera”. Es decir, alguien con múltiples antecedentes por los más diversos delitos, condenas cumplidas y reincidencia.
Es conocido en todos los juzgados y comisarías de Oberá, con un prontuario criminal que se inició cuando era menor de edad e incluye de todo: robo a mano armada y como motochorro, homicidio en grado de tentativa, violencia de género y almacenamiento de estupefacientes, causa por la cual el último viernes fue condenado a cinco años de cárcel.
Nunca se le conoció un trabajo formal, salvo que cada vez que cayó por algún hecho argumentó ganarse el sustento como ayudante de albañil con su papá.
Pero fue su propio progenitor, quien el 11 de octubre del año pasado dejó entrar a la Policía a su casa, en el barrio Villa Vick de Oberá, para que lo detengan.
“La Policía ingresó a mi casa porque yo los dejé pasar y les dije: ‘Si quieren llevarlo, ahí está, llévenlo, yo ya no me meto en su vida. Él hace la suya’. Entraron y lo llevaron”, declaró Ramón Antonio Cantero ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas durante el juicio que culminó el viernes.
Pero no sólo su padre se cansó de las andanzas del Pato; sino que su mujer, con la cual tiene cinco hijos, fue quien lo denunció en octubre de 2024 por violencia y amenazas con un cuchillo, causa por la cual lo fueron a buscar y lo encontraron tratando de escapar con un bolso con poco más de 8 kilos de marihuana.
“La tenía para los amigos, le iba a regalar una parte a ellos y guardar un poco para mí”, declaró en el juicio, tratando de amortiguar su accionar.
Accidente y suspicacias
El 6 de enero de 2023, Luis Miguel Cantero egresó de la Unidad Penal Uno de Loreto como un hombre libre tras purgar una condena por robo y abuso de arma de fuego, hechos que fueron perpetrados en Oberá.
Entre sus pertenencias guardó cuidadosamente el certificado de “cumplimiento de pena”, emitido por el Servicio Penitenciario Provincial (SPP), a partir del cómputo del Tribunal Penal Uno de Oberá.
Pero apenas cuatro días después de su liberación, protagonizó un grave accidente cuando conducía una moto en el centro de Oberá.
“Los médicos me dicen que está muy grave y lo mantienen en coma inducido. Tiene fractura de cráneo, lesiones en el tórax y pulmón”, precisó entonces su pareja, R. M., quien se contactó con este medio para disipar ciertas suspicacias que rondaban en torno a las circunstancias previas al accidente.

Mencionó que, si bien en un primer momento en la Seccional Primera le informaron que no había pistas sobre la intervención de otro rodado, luego señalaron que hallaron indicios de la participación de un coche.
“No creo que mi marido se haya caído solo y espero que la Policía encuentre al responsable de lo que pasó”, remarcó.
Estuvo en coma y zafó
El siniestro vial se produjo en una zona residencial del centro de Oberá. Cantero quedó tendido sobre Gobernador Barreyro, esquina Catamarca.
Al respecto, un vocero del caso indicó que en el lugar del hecho la Policía identificó a la conductora de un coche que podría haber tenido participación en el accidente. Se trataba de una vendedora con residencia en otra localidad que estaba en Oberá por razones de trabajo.
A pesar de los indicios, llamativamente el rodado no fue secuestrado y ni la conductora sometida al test de alcoholemia, como es protocolo en siniestros con heridos graves, como fue el caso.
La Policía sólo le habría tomado los datos a la propietaria del coche y le permitió que continúe su marcha. Ocurre que, si bien nunca se oficializó dicha versión, por los antecedentes de Cantero como motochorro, la Policía habría sospechado que esa noche quiso asaltar a la conductora del auto y le salió mal.
Ante aquella sospecha que lo sobrevolaba, R. M. afirmó que Pato había salido a comprar milanesas para la cena, al tiempo que pidió que se investigue el hecho.
“Mi marido cumplió su condena y tiene cinco hijos que hoy no quieren comer y lloran por el papá”, reflexionó hace casi dos años, seguramente sin imaginar que tiempo después ella misma lo denunciaría.

Dos juicios previos
Hace doce años, Cantero fue juzgado por un intento de homicidio, aunque fue absuelto. El juicio se celebró a mediados de 2013, pero el implicado -para variar- ya estaba privado de su libertad desde un año antes por otros delitos.
En el debate oral se ventiló un hecho registrado el 18 de diciembre de 2011, sobre calle Finlandia, circunstancia en que circulaba en moto y tuvo un entredicho con Carlos Daniel Gómez, quien entonces era su amigo.
Cantero bajó del rodado, discutió con Gómez y se fue. Pero luego, el amigo sufrió varios disparos.
Durante el debate, la víctima -que se salvó de milagro- reconoció que no estaba seguro de la responsabilidad del sindicado.
Dijo que no vio al agresor y que despertó en el Hospital. Por ello, el Tribunal absolvió a Cantero por el beneficio de la duda.
Ya en septiembre de 2017, el mismo cuerpo lo condenó a diez años de cárcel por tres robos y tirotearse con la Policía.
Se probó a que mediados de 2015 ingresó en una casa de calle Tierra del Fuego, robó una moto y después disparó contra uniformados.
El 14 de enero de 2016 y a punta de pistola le robó el celular a un adolescente de 17 años sobre la calle Estanislao Ocampo.
Dos días después, abordó a un chico de 15 años sobre la avenida José Ingeniero y le sacó la mochila, con dos celulares en su interior.
Si bien lo sentenciaron a diez años de prisión, en enero de 2023 recuperó la libertad. Tampoco tardó mucho en reincidir y volvió a la cárcel, esta vez por drogas.
La causa más reciente
El pasado 25 de noviembre, Cantero comenzó a ser juzgado por almacenamiento de 8,125 kilos de marihuana que le encontraron tras la denuncia por violencia y amenazas con un cuchillo que radicó de su pareja.
El debate por la causa de drogas se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, órgano unipersonal a cargo del juez Fabián Cardozo.
El imputado fue sentenciado a cinco años de cárcel, pena solicitada por los fiscales María Gabriela Acasuso y Pablo Ricardo Di Loreto.
En su declaración previa, Cantero argumentó que no pretendía vender la marihuana, sino que “la tenía para los amigos, le iba a regalar una parte a ellos y guardar un poco para mí”. Incluso, reconoció que consume marihuana y cocaína desde los 14 años.
Mencionó que su pareja lo denunció por celos, ya que “me vio fumando un faso con una amiga en la plaza del barrio”.
“Ella llamó a la Policía y me tiró el bolso (con la droga) a la calle, estábamos discutiendo por celos. Pasa en las mejores familias”, argumentó.
Curtido a defenderse ante un Tribunal, señaló que tras la discusión con la madre de sus hijos se dirigió a la casa de sus padres, en el mismo barrio, y guardó el bolso con marihuana en el quincho.
Como cada vez que cayó, esta vez también aseguró que no delinque y que se gana el sustento trabajando con su papá en construcción.
Afirmó que casi todo lo que ganaba le daba a su señora para los gastos de la casa, aunque aclaró se quedaba con algo de plata para “la cerveza y unos fasos”.
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