Se cumplió un mes de la desaparición de Osvaldo Villalba y no hay pistas sobre su paradero
En la madrugada del pasado 9 de noviembre, una cámara de seguridad registró el paso de don Osvaldo Villalba (75) camino a su casa, en el barrio El Progreso de Oberá. En el video se nota caminando sin inconvenientes y luce un saco blanco limpio. Es la última imagen que se tiene de él.
Lo que se sabe es que el sábado 8 de noviembre a la noche, Villalba salió de su casa junto a un conocido y llegaron hasta la bailanta de Guaraní, pero los policías no dejaron ingresar al jubilado porque estaba tomado, según declararon.
Los mismos uniformados aportaron que se quedó un rato sentado afuera de la bailanta y después se fue a pie. El último rastro concreto es la citada grabación de las 5.40 del domingo 9.
“Aparentemente mi papá volvió a la casa porque ahí encontramos su billetera con DNI y tarjetas. Celular no tenía. Eso es un misterio: si volvió a la casa, para dónde fue después”, se preguntó Graciela Villalba (37).

Aseguró que su progenitor es muy querido por sus vecinos, no tenía problemas con nadie y todavía hacía changas para reforzar su ingreso mensual.
Tal como se publicó, desde hacía unos meses vivía con él un conocido llamado Oscar, cuyo hermano -Carlos- solía visitarlo y fue con quien Villalba se dirigió a la bailanta. Ambos hermanos fueron interrogados por la policía.
Graciela comentó que su papá era sano y sólo tomaba medicación para la presión. Por ello, especuló que “si se descompensó y le pasó algo, le hubiera pasado por el camino y lo hubieran encontrado. Pero ya se rastrilló toda la zona y nada”.
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