“Que no me lleven porque me van a matar”, le dijo el menor a su mamá en abril, cuando dos policías irrumpieron en su casa y lo sacaron por la fuerza sin ninguna orden. La querella solicitó la detención de Carlos Juniors Moreira y Daniel Melnik por “la gravedad de los delitos atribuidos y el peligro de entorpecimiento del proceso”
El aporte de testigos citados en la causa por el homicidio de Josías Ezequiel Galeano (15) permitió avanzar en las presuntas responsabilidades de policías que se desempeñaban en la Seccional Cuarta de Oberá, quienes fueron imputados en un expediente paralelo.
Se trata del expediente 82819/2022 que tiene como implicados al comisario Javier José María Rodríguez, al oficial subayudante Jonatan Ariel Jonsson, al oficial subayudante Carlos Juniors Moreira y al cabo Daniel Melnik.
Confirmado que el menor fue detenido, esposado y maltratado por uniformados, el pasado 12 de septiembre el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá recepcionó un nuevo testimonio de una persona que contó que Josías le manifestó que el oficial Moreira le habría propinado golpes mientras se encontraba detenido.
“El Chiqui (apodo de Josías) cayó detenido en la Cuarta un par de horas, ni en el calabozo le pusieron. Allá el oficial Moreira le pego una piña en el ojo”, se cita en el expediente.
También consta el relato de Carolina Ramírez, madre de la víctima, quien detalló “que el pasado 11 de abril, alrededor de las 11.40, se presenta en mi domicilio un móvil policial con dos policías a quienes identifico como Carlos Juniors Moreira y Daniel Melnik, los que exigieron hablar con Josías por el supuesto hurto de un celular”.
“En ese momento Josías se encontraba durmiendo y sus hermanos miraban la televisión, fui a llamarlo y en eso los policías ingresan sin ningún tipo de autorización. El señor Daniel Melnik lo alza por la fuerza, Josías se agarra de la puerta de la casa y me dice: ‘que no me lleven porque me van a matar’. Mientras se producía el forcejeo el mismo policía me exigía que busque el supuesto celular”, señaló la mamá.
Dicha patrulla pertenecía a la Seccional Cuarta, por lo que Carolina llamó por teléfono y le informaron que a las 18 la buscarían “para presentarnos a la Seccional Segunda para que un médico revise a mi hijo. Una vez allí pude ver que este se encontraba golpeado, con moretones en su rostro, piernas, brazos y espalda”. “Josías alcanza a expresar: ‘viste mami que los policías me pegaron’, a lo cual Daniel Melnik le responde que es un chorro y que si lo encontraba en la calle no la iba a contar”, agregó. En dicha ocasión los policías actuaron sin orden judicial.
Argumento de la querella
En ese contexto, al abogado Axel Demonari -querellante particular en representación de la madre de Josías- hizo hincapié en la figura de dos de los cuatro policías imputados en el expediente paralelo, los mismos que son nombrados en la causa que investiga las circunstancias del homicidio del menor.
“No debe dejar de considerar su señoría que testigos afirman haber visto a dos policías a bordo de un Fiat Uno rojo, el cual fue reconocido como el auto particular del señor Daniel Melnik, buscando al menor un día antes de su desaparición, lo cual demuestra la persecución que sufría Josías por estos policías”, subrayó Demonari.
También se refirió a una testimonial del pasado 20 de mayo, en la cual un testigo expresó que la noche previa la desaparición del menor, alrededor de las 21, se encontró con un conocido apodado Kike y observó que “paró un auto rojo Fiat Uno y venían dos tipos con chalecos de Policía”.
“Ellos nunca bajaron del auto, no nos dijeron por qué lo buscaban a Chiqui. Nunca había visto ese auto por el barrio; no sé de quién es ese auto, a Kike le preguntaron si vieron a Chiqui y le dijo que no, que no lo habían visto. Ahí se abrió la ronda y se fueron todos”, agregó en sede judicial.
Por ello, la querella solicitó la detención de Carlos Juniors Moreira y Daniel Melnik, fundando el pedido en “la gravedad de los delitos atribuidos y el peligro de entorpecimiento del proceso”.
“Como queda demostrado con las testimoniales, ambos imputados utilizan su calidad de funcionarios públicos, policías, para amedrentar a personas sin motivo alguno, inclusive menores. Esto representa un grave peligro para el curso de la investigación, ya que podrían hostigar a testigos, lo cual parece ser algo casi común para ellos. Si llegaron al extremo de detener a un menor sin causa, golpearlo, esposarlo en el frío, no es descabellado pensar que lo mismo podría ocurrirles a los amigos de Josías, jóvenes que van a brindar durante este proceso su testimonio de lo ocurrido”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.