Marcha y fuerte reclamo de familiares de víctimas de violencia institucional en Oberá

“Nada me va a devolver a Josías, pero no voy a descansar hasta que los culpables paguen por lo que hicieron”, subrayó Carolina Ramírez. “Queremos una Policía en la que podamos confiar”, comentó la hermana de un menor torturado por uniformados. “Que no quieran tapar este caso, como muchos de los casos que sucedieron en Oberá”, citó una hermana de Agustín Ramírez  

Con proclamas por justicia y el dolor en carne viva, familiares y allegados a jóvenes víctimas de abuso policial se manifestaron por el centro de Oberá en el marco de la 1° Marcha de la Gorra, movilización que se replica en diferentes puntos del país para visibilizar casos de violencia institucional. La gorra simboliza a los jóvenes de los barrios más carenciados.

La marcha del sábado recorrió las principales avenidas, tras lo cual hicieron uso de la palabra Carolina Ramírez, madre de Josías Galeano (15), cuyo cadáver fue hallado el pasado 3 de junio en avanzado estado de descomposición; Paola Alejandra, hermana de un menor de 15 años que denunció torturas por parte de policías, y Melanie Ramírez, hermana de Agustín Ramírez (24), quien fue perseguido, presumiblemente atropellado y luego abandonado por uniformados.

En el caso de Josías, si bien un civil fue imputado, desde un primer momento la madre señaló indicios y sospechas de responsabilidad policial, como ser que la noche previa a la desaparición dos policías recorrieron el barrio preguntando por el menor.

“Es tan difícil el día a día, vivir con el dolor que siento. Las autoridades me prometieron que me iban a devolver a mi hijo vivo, y apareció de la peor manera. Cuántos operativos y nada en concreto. Estoy enojada, tengo impotencia. Mi hijo tenía apenas 15 años y toda la vida por delante, pero lo asesinaron. Exijo que se haga justicia, que este crimen no quede impune. Nada me va a devolver a Josías, pero no voy a descansar hasta que los culpables paguen por lo que hicieron”, subrayó Ramírez.

“Ya pasaron meses de que te quitaron la vida, pero a veces quiero creer que no es cierto y que un día vas a abrir la puerta y vas a volver a casa. Sé que dónde estés me das fuerza para seguir día a día. Es difícil llevar esto, no encuentro consuelo… es demasiado doloroso, absurdo e injusto”.

Carolina Ramírez, madre de Josías

“Tenía un problema de adicción y busqué mucha ayuda para Josías. No era un niño perfecto, pero no se merecía un final así. Le arrebataron todos los sueños. Josías iba a cumplir 16 años, pero ahora le tengo que llevar flores al cementerio. Es muy difícil seguir. Sólo yo sé lo que corrí con él. El problema de la droga es algo muy complicado, sobre todo cuando estás solo, y yo estaba sola con Josías. Lamentablemente no pude ayudarlo y es una mochila que llevo todos los días. Es una pesadilla”.

“Sólo pido justicia para que descanse en paz. A veces tengo ganas de renunciar para irme con él, pero no; no le voy a dar el gusto a los asesinos ni les tengo miedo. Quiero que los que están sueltos paguen. Encontrar así a tu hijo destrozado es lo peor que te puede pasar en la vida. Quiero Justicia por Josías, víctima de abuso policial”, subrayó la mamá de Josías.

Carolina Ramírez también comentó que días atrás fue recibida por el comisario general Claudio Ludtke, nuevo jefe de la Unidad Regional II, quien aseguró que en su gestión trabajarán para evitar excesos por parte de integrantes de la fuerza.

Torturas a un menor

Por su parte, Paola Alejandra, hermana de un joven que denunció torturas, contó que al momento del hecho (en diciembre de 2020) la víctima “tenía 15 años y se encontraba con tratamiento psicológico y psiquiátrico, salió a las 20 con rumbo desconocido, por lo que ante la preocupación llamamos a la Policía y les dimos todos los datos. A las 6 de la mañana nos avisaron que estaba en la Seccional Segunda. Lo habían encontrado a la una y no nos avisaron. Agentes del Comando lo encontraron a dos cuadras de mi casa, cuando estaba volviendo, pero decidieron llevarlo para hacer lo único que parecen que saben hacer: reprimir a los más vulnerables. Le golpearon la cabeza, la apuntaron con un arma, le asfixiaron con una bolsa; le obligaban a cantar el himno y se si se equivocaba, le volvían a asfixiar. Los ojos le quedaron con coágulos de sangre. Por días no pudo comer nada sólido por los dolores. Hoy los cuatro imputados siguen libres, trabajando como si nada ocurrió”.

“Antes los respetaba, hoy ya no puedo. Quién se hace responsable por los traumas y secuelas con que quedó mi hermano. Estoy acá para pedir justicia por mi hermano, por Josías y Agustín. Cuando salí a repartir los folletos de la marcha hablé con muchos jóvenes y la mayoría me contó que sufrieron maltrato policial”.

Paola Alejandra contó los pesares de su hermano de 15 años

“Queremos una Policía en la que podamos confiar, nosotros le confiamos la vida de mi hermano y nos lo devolvieron casi muerto. Podría haber sido un Josías. Mi hermano fue víctima de golpes, torturas, denigración. Sólo pido que se haga justicia y que no sea otro caso impune porque los implicados son policías y tienen complicidad de los políticos que se encargan de tapar estos casos. Sólo salen en época de elecciones para buscar votos, nunca se involucran ni colaboran en estos casos de violencia policial”.

“Nunca conocí a una persona que deje las drogas porque la Policía la reprima. Es lamentable el tema de la droga en Oberá, con tantos jóvenes con adicciones, pero con violencia no vamos a sacarlos de esa situación. Y nadie tiene derecho a maltratarlos, sus vidas no valen menos. Por eso los adultos debemos involucrarnos y dejar de mirar para otro lado”, manifestó la joven.

Caso Ramírez

A su turno, Melanie Ramírez, hermana de Agustín, manifestó: “Hoy vengo a ser la voz de mi hermano porque él no puede. El 16 de agosto del 2022 Agustín salió de trabajar y a dos cuadras de llegar a su casa un móvil policial le cerró el paso produciendo un accidente, lo dejaron tirado y abandonaron el lugar como si nada pasó, con lo grave que es ser partícipe de un accidente y abandonar a la víctima, más siendo funcionario público”.

“El primer informe policial de la Seccional Primera fue que Agustín despistó solo con su moto, pero gracias a testigos y vecinos que lo asistieron pudimos saber lo que pasó esa noche”.

“Agustín no tenía probabilidades de vivir, sólo por un milagro de Dios podría pasar esa noche ya que presentaba hundimiento de cráneo y múltiples fracturas. Permaneció 16 días en coma inducido, dos en terapia intermedia y luego pasó a sala común. Sigue con secuelas y no sabemos si será de por vida”.

Melanie Ramírez fue la voz de Agustín

“El comisario Sánchez, jefe de la Primera, nos invitó a charlar y nos dijo que tenía los tres nombres de las personas que integraban la patrulla y que reconocieron la persecución: el oficial subayudante Nicolás Skripchuk, el sargento primero y chofer Ariel Cantero y la agente Camila Cantero”.

“Después de lo sucedido mis padres hicieron una denuncia, pero el juez Horacio Alarcón denegó la denuncia diciendo que Agustín es mayor de edad y es capaz de denunciar solo, siendo que no está en condiciones. Será que el juez leyó el expediente, será que sabe cómo está Agustín. Queremos justicia y que no quieran tapar este caso, como muchos de los casos que sucedieron en Oberá”, finalizó Melanie.  

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