Juan Domínguez trabaja en remisería Centro, de Oberá. La semana pasada encontró y devolvió un bolso con 3 millones de pesos. Luego se enteró de que la plata estaba destinada a una compleja cirugía de una niña
Hace una semana, Juan Domínguez (43) encontró un bolso con 3 millones de pesos en su remís y lo devolvió a la dueña. Luego se enteró de que la plata estaba destinada a una compleja cirugía para la hija de 3 años de la mujer.
La actitud de Juan trascendió por los medios y se viralizó enseguida. La mayoría de las personas, al menos públicamente, destacaron su honestidad.
Muchos especularon en qué harían en caso de estar en una situación similar y otros reconocieron que no hubieran devuelto la plata.
“Muchos me dicen que soy un boludo, que la plata la no tiene pelos ni marca. Pero yo no me arrepiento de lo que hice y lo volvería a hacer”, remarcó Juan en charla con Noticias de Acá.
Sobre quienes le «recriminaron» por su gesto, mencionó que todos fueron hombres; mientras que las mujeres lo felicitaron.
Precisó que el miércoles pasado, a eso de las 9.45, una pasajera tomó su remís en la base de calle Santa Fe.
La señora pidió para dirigirse a la terminal porque tenía que viajar a Posadas en un colectivo que salía enseguida, pero Juan consideró que lo mejor, lo más rápido para evitar semáforos, era ir por la autovía hasta la parada de acceso al Hospital.
“La señora iba acompañada por dos hijas, una adolescente y una chiquita de 3 años. Las dejé en la paradita y volví por la autovía; al frenar en un primer semáforo escuché que algo cayó del asiento trasero, giré para mirar y me topé con un montón de plata desparramada. Ni lo dudé. Giré en el primer retome y aceleré hacia la paradita. Justo llegaba el Singer que esperaba la señora y vi que estaba llorando desesperada. Le dije tranquila, le traje su plata”, recordó.
La mujer le agradeció entre lágrimas y le dio una propina. También contó que es oriunda de Pueblo Illia y que el dinero estaba destinado para la cirugía de su nena más chica, que padece problemas cardíacos. Si bien poseen la obra social de tabacaleros, la misma tiene poca cobertura y tuvieron que pagar la cirugía y otros gastos.
“La verdad que en ningún momento dudé en devolver la plata. Lo que no es mío, no es mío. Además, yo sé lo que es correr por temas de salud. Tuve un accidente y casi perdí el ojo derecho”, reflexionó.
Hace 15 años que Juan maneja remises, pero antes fue guarda y chofer de colectivos. Trabaja de 4.40 a 17.40 en remises Centro y en un par de ocasiones ya encontró y devolvió billeteras y celulares, como también otros compañeros, aseguró con la naturalidad de los honestos.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.