Hace 12 años, Ariel Leites Do Santos pergeñó una estafa para cobrar un seguro de vida. Fue imputado, pero la causa prescribió. Ahora sus socios en Brasil lo acusan de tentativa de extorsión por 600 mil reales
El domingo 2 de enero de 2011, el obereño Ariel Darío Leites Do Santos desapareció en las aguas del río Uruguay, a la altura de Puerto Sánchez, en Panambí. Las fuerzas de seguridad desplegaron un amplio operativo de búsqueda que se extendió por varios días hasta las costas de San Javier.
Se repitieron las escenas de llanto y desesperación, el rastrillaje resultó infructuoso y se lo dio por muerto. Su esposa y sus hijos creyeron que se ahogó y que su cadáver yacía en las profundidades del río.
Pero la figura del desaparecido salió a la luz en enero del 2015, cuando a través de las redes sociales se corroboró que estaba “vivito y coleando” en las playas Curitiba, Brasil, con su nueva familia.
Después se descubrió que en complicidad con otras dos personas habían pergeñado un plan para cobrar un millonario seguro de vida. Fueron denunciados por tentativa de estafa, pero el proceso se dilató por años, hasta que en noviembre de 2018 fueron sobreseídos por prescripción de la causa.
En el medio, Leites Do Santos hasta pidió disculpas y, como excusa, mencionó que se mudó a Brasil por “motivos de seguridad”, ya que alguien le quería cobrar por la fuerza una deuda.
Ahora, doce años después de su falsa muerte en el Uruguay, el obereño -de 53 años- fue denunciado por tentativa de extorsión. Esta vez lo acusaron sus propios socios de la empresa Gigabox, con sede en São José Dos Pinhais, estado de Paraná.
El sospechoso sería parte de la misma empresa a la que habría intentado extorsionar en 600 mil reales para reestablecer las contraseñas del sistema informático.
En el expediente se cita que dos de los hijos de Leites Do Santos serían cómplices de la operatoria criminal.
Seria acusación
La denuncia radicada por dos socios del obereño expresa que el 17 de octubre del año pasado el sospechoso bloqueó el sistema en presunta complicidad con sus hijos y, a la vez, ex empleados de programación de la empresa.
“El sistema de plataforma en la nube de Google es utilizado por la empresa para almacenar documentos comerciales de su propiedad y de terceros, clientes de la empresa, con una alta demanda de datos y archivos en la nube, ya que Gigabox tiene como objeto social la custodia de documentos y archivos; servicios de creación y almacenamiento de datos, entre otros”, indica la denuncia.
Asimismo, se expresa que “resulta que solo el denunciado Ariel Darío Leites do Santos, y sus hijos, M. G. y H. F., tenían contraseñas de acceso al sistema de la plataforma en la nube de Google”.
En tanto, se hace mención que poco tiempo después de la caída del sistema “Ariel negó el acceso al sistema a los demás socios, imposibilitando que ellos y sus clientes pudieran obtener los documentos en la nube”.
En este punto, se indica que el 21 de octubre de 2022 el implicado exigió “el pago de 600 mil reales para la normalización del sistema en la empresa Gigabox. Existiendo una clara extorsión para la normalización de las actividades empresariales”.
“Al contactar a los programadores de sistemas y ex empleados, los denunciados M. y H. se negaron a informar las claves y códigos de acceso a la plataforma de Google y otros sistemas relacionados con el almacenamiento de datos de la empresa y de sus clientes”, se agrega.
Enorme perjuicio
Para los damnificados, dada la negativa a transmitir contraseñas, códigos y documentos comerciales vinculados al sistema de almacenamiento, el hecho denunciado implicaría el delito de sustracción de datos.
En ese contexto, se solicitó la apertura de un proceso de investigación para determinar, en teoría, el delito de extorsión.
En tanto, la empresa demandante informó que su actividad abarca “almacenar datos de clientes relacionados con el área de la salud, tales como clínicas y laboratorios, entre otros, cuya información requiere un acceso continuo e ininterrumpido, situación que se vio obstaculizada por los acusados cuando bloquearon el sistema de la empresa y negaron el acceso al sistema de almacenamiento de documentos”.
Los denunciantes solicitaron que se investigue con “urgencia”, ya que la persistencia del “bloqueo y secuestro de contraseñas y claves del sistema empresarial y de la plataforma en la nube de Google, ocasionará daños no solo a Gigabox, sino a sus clientes y destinatarios finales en el ámbito de la salud, área que necesitan tener acceso, por ejemplo, a registros médicos, entre otros documentos”.
En la denuncia se precisó que desde el 17 de octubre del año pasado reciben “correos electrónicos de clientes solicitando el envío de información y documentos con urgencia, pero dada la situación creada por los autores, hasta el momento Gigabox no pudo reenviar los archivos solicitados. Daño que va mucho más allá del ámbito patrimonial y obstaculizan el ejercicio de la actividad empresarial”.
Caso prescripto
A raíz de la desaparición del 2011, Leites Do Santos, su nueva mujer y su ex socio Luis Steciuk estaban sospechados de fingir la muerte del primero para tratar de cobrar un seguro de vida.
En principio fueron imputados por estafa y abonaron una caución para obtener la eximición de prisión, además de presentarse cada 15 días en sede judicial. Pero la causa se estancó en la instancia probatoria, nunca fue elevada a juicio y prescribió.
Finalmente, a mediados de noviembre de 2018 la entonces jueza de Instrucción Uno de Oberá, Alba Kunzmann de Gauchat, dictó el sobreseimiento de todos los implicados por prescripción de la acción.
“Si bien hubo elementos que avalaron la imputación inicial, terminó pesando más la versión de Leites Do Santos, que argumentó que se tuvo que escapar porque temía por su vida”, argumentó una fuente del caso.
Luego del sobreseimiento no se supo más nada del implicado, hasta en junio del año pasado el periodista deportico “Tato” Aguilera publicó en Instagram un encuentro que tuvo con Leites Do Santos en San Pablo, previo al partido entre Corinthians y Boca.
“Ariel es el vicepresidente del consulado (peña) de San Pablo. Viajó 70.000km con su familia en una camioneta. En cada localidad o país se encontró con hinchas de Boca. Linda historia que ratifica la frase: el hincha de Boca está loco”, escribió el periodista en la publicación que acompañaba un breve video donde aparecía el obereño hablando de su pasión xeneize.
Falsa muerte en el río
Entre las pruebas que se presentaron en la causa por estafa al seguro se destaca un edicto publicado por un diario provincial el 25 marzo del 2012 donde se dejó constancia de la apertura de una causa civil tendiente a obtener una “declaración de fallecimiento presunto”, paso previo indispensable para poder cobrar el seguro de vida del que habría sido acreedor Leites Do Santos.
En el citado edicto se lee que el Juzgado Civil y Comercial Uno de Oberá “cita y emplaza a Ariel Darío Leites Do Santos en autos Expte. Nro. 3645/2011 Steciuk Luis Orlando c/Ariel Darío Leites Do Santos p/declaración de fallecimiento presunto. Publíquese una vez al mes por seis meses”.
Pero cumplida la instancia legal, como nunca se halló el cuerpo, el obereño seguía figurando como vivo en Argentina, lo que impidió la concreción de la segunda parte del plan: cobrar el seguro de vida a favor de su pareja y su socio.
Según el expediente, éste último se presentó a cobrar sin el respectivo certificado de defunción, lo que derivó en una investigación de la empresa aseguradora.
Asimismo, mediante documentos oficiales constataron que Leites Do Santos estaba radicado en Brasil, tras lo cual radicaron la denuncia penal ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá, a cargo Estanislao Bys.
A través de informes bancarios y del fisco brasileño, la aseguradora estableció que el obereño era dueño de una empresa de informática ubicada sobre la calle Profesora Olivia Nogueira 515, de Curitiba, donde aún reside.
También se corroboró que desde febrero del 2013 cuenta con residencia permanente en el vecino país y posee documentos con su nombre verdadero.
Supuestas disculpas
A comienzos de 2015, Leites compareció en el juzgado obereño y luego de declarar obtuvo un permiso para regresar a Brasil. En esa misma oportunidad dialogó con la prensa y manifestó sentirse “contento” y “agradeciendo el buen trato que tuve en el propio juzgado. Muy feliz de volver a casa”.
Además, al ser consultado en aquel momento por el motivo de su desaparición, se animó a una rápida reflexión y ensayó un pedido de disculpas.
“Lo que hice fue siempre pensando en proteger a mi gente. Los que me conocen y siempre estuvieron conmigo saben lo que yo soy. Sé que ocasioné mucho daño, pero no fue mi intención. De gran parte de ese daño me fui enterando ahora. Sé que la comunidad se sintió ofendida y afectada, y no tengo otra que pedir disculpas y lo que tenga que resarcir, lo haremos”, subrayó.
Llamativamente, al menos de manera pública no se refirió a su ex esposa e hijos, a los cuales abandonó y permitió que lo creyeran muerto. Tampoco se supo que haya resarcido algún daño, como manifestó.
En su declaración ante la jueza, Leites habría dicho que su repentina mudanza a Brasil se produjo a raíz de un conflicto laboral de la larga data que derivó en una deuda y la intervención de terceros que pretendían cobrarle por la fuerza.
Si bien adujo “motivos de seguridad mía y de mis familiares”, públicamente nunca aclaró a qué le temía.
En tanto, una amiga que en su momento creyó que había fallecido, relató que al encontrarlo en Facebook a principios de 2015 se contactó con él y le escribió, a lo que Leites Do Santos le respondió: “Quedate tranquila. No estaba muerto, estaba de parranda jajaja”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.