Vecinos del barrio San José reconocieron que compraron a bajo precio varios de los elementos sustraídos del templo. La Policía los descubrió y tuvieron que devolverlos. El caso pone de relevancia la responsabilidad social que se requiere para combatir el delito, ya que sin demanda no habría oferta de cosas robadas
Al menos cinco vecino del barrio San José, de Oberá, compraron a bajo precio elementos robados de la Iglesia Evangélica del mismo barrio, aunque luego de la denuncia y la investigación del hecho, todos tuvieron que devolver lo adquirido.
Se trata de un caso que pone de relevancia la necesaria responsabilidad social que se requiere para combatir el delito, ya que sin demanda no habría oferta de cosas mal habidas.
El caso fue denunciado ante a Seccional Quinta por Miguel K. (56), encargado de la Iglesia Evangélica del barrio San José, quien el domingo a las 7 constató que manos desconocidas rompieron una ventana posterior, accedieron al local y sustrajeron varias docenas de vasos y platos de vidrio, tenedores, cuchillos, jarras de plástico, fuentes, bandejas de acero inoxidable, tachos de 20 litros, una jarra eléctrica y una amoladora, entre otros elementos.
Las averiguaciones de rigor dieron con cuatro sospechosos, dos de ellos menores, todos con un amplio prontuario en delitos contra la propiedad.
También identificaron a cinco vecinos que le compraron a Lucas H. (25) parte de los platos y vasos, tenedores, bandejas de acero inoxidable y la amoladora.
El primero habría actuado en complicidad con M. M. (15), alías “Bollito”, J. G. (17), conocido como “Dengue”, y el mayor Diego O., apodado “Piecito”.
El primero de los cuatro fue detenido; mientras que por disposición del Juzgado de Instrucción Dos, los menores fueron entregados para guarda y cuidado de sus tutores.
Persiste la orden de detención Diego O., al tiempo que se procura recuperar el resto de los elementos robados de la Iglesia.
Dos robos en dos días
El nombre de M. M. (“Bollito”) fue noticia dos veces durante el último fin de semana, ya que el menor estuvo implicado en el robo de una moto en el barrio Cien Hectáreas y luego en el atraco a la Iglesia Evangélica de San José.
El primer hecho fue denunciado por un hombre de 56 años que el sábado a la mañana constató que desconocidas forzaron la bisagra de la puerta del depósito que tiene en su propiedad y sustrajeron su moto Zanella RX 150, dominio 985KAQ.
En consecuencia, personal de la Seccional Quinta inició las pesquisas y fundó sospechas sobre M. M y los mayores Diego “Piecito” M. y Daniel “Tatú” P.
La comisión se dirigió a la casa del menor, quien reside con su abuela, quien reconoció que su nieto y sus cómplices escondieron una moto en el fondo de su casa, tras lo cual hizo entrega de la misma.
El Juzgado Correccional y de Menores dispuso que menor sea trasladado al Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (Cemoas) por protocolo legal y posterior entrega a un adulto responsable. A las pocas horas el chico habría vuelto a delinquir.
En tanto los mayores no fueron ubicados, entre ellos “Piecito”, también implicado en el robo de la Iglesia de San José.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
