El fuego es impiadoso, no conoce de hambre ni de obras de bien ni de solidaridad. Así, 70 niños se quedaron sin su ración de comida en el merendero al que asisten diariamente, como consecuencia de un incendio que esta madrugada consumió por completo la estructura de madera donde funcionaba.
Se trata del espacio de contención alimentaria Corazón Feliz, situado sobre la calle Ambay del barrio El Progreso de Oberá, cuyos administradores están haciendo lo imposible para dar continuidad a la acción teniendo en cuenta las carencias de las familias cuyos chicos acuden por su merienda.
El fuego se inició por un desperfecto eléctrico y redujo a cenizas no solamente el merendero sino también una especie de depósito en el que había alimentos, cuadernos y libros, y una casa en la que vivía una familia que estaba al lado. Según los bomberos de la Unidad Regional II de Policía, el incendio comenzó en la vivienda. Por fortuna las personas que dormían pudieron salir a tiempo pero los daños fueron totales.
«Es triste lo que sucedió, realmente no tengo palabras porque lo hacemos con tanto esfuerzo y ver que está todo quemado me genera mucha angustia», lamentó Alejandro González, uno de quienes están al frente del sitio. «No se salvó nada», dijo y reseñó que «los chicos todos los días vienen por su merienda» desde hace por lo menos seis años.
González requirió la ayuda de la comunidad y para facilitar el contacto dejó su número de teléfono (3755-247399), además el de Narciso Rojas (375555006), que también atiende a los chicos en el merendero.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.