Expectativa por la autopsia al cadáver de una mujer fallecida en el Hospital Samic de Oberá

La paciente falleció el pasado 5 de septiembre y aún está pendiente el examen forense. El procedimiento se vio postergado por la demora en la recepción de la historia clínica

Se cumplen hoy tres semanas del deceso de Nidia Gisela C. (34), quien se hallaba internada en el Hospital Samic de Oberá y cuya familia se opuso a la donación de órganos por una presunta mala praxis, ante lo cual el juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, ordenó que el cadáver sea sometido a autopsia para confirmar la causa de muerte.

De todas formas, un vocero del caso explicó que el examen forense se vio postergado por la demora en la entrega de las historias clínicas por parte del Hospital Samic de Oberá y del Hospital Madariaga de Posadas, donde la paciente fue atendida entre agosto y septiembre de manera alternada.

“Si la persona fallece en un centro asistencial, es imprescindible disponer de la historia clínica para proceder a la autopsia. En este caso el procedimiento se demoró porque hubo que solicitar vía juzgado las historias clínicas del Samic y del Madariaga, por lo que recién la semana pasada se accedió a la documentación”, precisó.

Ya con todos los papeles, se prevé que hoy y mañana se concrete la autopsia a cargo de peritos del Cuerpo Médico Forense, en Posadas.

Al respecto, en los últimos días desde el entorno de la fallecida consultaron continuamente ante el juzgado interviniente, atento a los días transcurridos desde el fatal desenlace.

El caso cobró notoriedad pública porque la denuncia de la familia impidió la ablación, a pesar de que la ley vigente estipula que toda persona mayor de 18 años es donante, salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario, lo que no habría ocurrido en este caso.

Caso complejo

La paciente -madre de dos chicos- estaba internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital de Oberá, donde el pasado 4 de septiembre padeció una hemorragia cerebral masiva y se decretó la muerte encefálica.

Ello activó el protocolo del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), por lo que conforme Ley “Justina” la familia fue notificada al respecto e inmediatamente se opusieron.

Ese mismo día, Miguel Ángel C. (66) se presentó ante la Seccional Tercera para denunciar su sospecha respecto a que su hija podría haber sido víctima de presunta mala praxis médica.

En la denuncia del progenitor se adjuntaron certificados médicos y recetas que datan del pasado 4 de agosto, cuando la mujer comenzó a atenderse en el Samic por dolores de cabeza. También concurrió al Madariaga.

El 15 de agosto le otorgaron siete días de licencia médica con reposo absoluto, pero el 31 se descompensó y tuvo que ser internada en observación.

El 1 de septiembre le dieron el alta, pero al otro día se le paralizó la mitad del cuerpo y fue internada en la UTI del Samic con asistencia respiratoria mecánica.

El día 4, en tanto, el neurólogo le diagnosticó “un ACV por presencia dos coágulos de sangre en el cerebro y muerte cerebral”, se cita en la denuncia.

Ya en la madrugada del día 5 el cuerpo hizo una parada cardíaca. Según el certificado emitido por la médica María de los Ángeles Amaro, el fallecimiento obedeció a “causas neurológicas”.

La mujer trabajaba en el servicio de limpieza del Hospital, por lo que su deceso generó gran conmoción en el personal.

.

.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *