Nahuel H. fue denunciado por manoseos -abuso sexual simple- en perjuicio de una hermana y una prima, ambas menores de edad. El primer hecho prescribió y por el segundo sólo estuvo detenido tres días. Los padres de la segunda víctima reclamaron una resolución judicial y alertaron sobre rasgos de la conducta del implicado
Una joven obereña que actualmente tiene 26 años demoró casi una década en contar el calvario al que la sometió su propio hermano, quien la manoseó desde los 5 hasta los 15 años. La denuncia fue radicada el 30 de diciembre de 2022, pero el sospechoso ni siquiera fue detenido, beneficiado por la prescripción de la causa.
En tanto, el 2 de enero del año pasado, una prima del acusado le contó a su mamá que el mismo la tocaba en sus partes íntimas. Los hechos sucedieron desde que la víctima -quien todavía es menor- tenía 4 o 5 años y se extendieron hasta los 11.
Radicada la denuncia por abuso sexual simple, el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá dispuso la detención de Nahuel H. (31), quien a los pocos días recuperó la libertad tras abonar una caución real.
Desde entonces, los padres de la víctima -tíos del acusado- aguardan una resolución judicial que se demora, al tiempo que alertaron sobre la conducta del sindicado, sus antecedentes y protección que le brindarían sus progenitores.
“Es un monstruo que abusó de varias mujeres de la familia y sigue impune. Para colmo, los padres lo apañan, siendo que abusó de su propia hermana. Ellos sabían lo que hacía y no le contaron al resto de la familia para evitar que siga abusando. Incluso, cuando la hermana contó lo que le hacía, la madre dijo que tenía diagnóstico de conducta sexual desviada. Es decir que sabían que es un peligro y no hicieron nada”, mencionó la progenitora de la menor del segundo caso denunciado.
En diálogo con este medio, recordó que la familia sufrió un quiebre cuando en la Navidad de 2022 la hermana del implicado les contó lo que sucedió puertas adentro de su casa, desde que tenía 5 hasta los 15 años. “Para los padres no fue una sorpresa, porque sabían”, subrayó.
“En vez de tratarlo, lo encubren”
El 30 de diciembre del mismo año la chica hizo la denuncia, pero su hermano no tuvo ninguna consecuencia penal por la prescripción del hecho.
A partir del primer caso, lo que supo ser una familia muy unida entre hermanos, tíos y primos comenzó a resquebrajarse y ya nada fue lo mismo. También cobraron entidad los manoseos que sufrieron otras mujeres de la familia, ya mayores, hasta que el 2 de enero del año pasado sufrieron otro gran impacto.
“Ese día mi hija me dijo: ‘mami, te tengo que contar algo. Nahuel me manoseó… desde los 4 o 5 años y hasta los 11”, precisó la madre de la segunda víctima.
Radicaron la denuncia y el acusado estuvo pocos días tras las rejas, ya que sus padres contrataron a un conocido abogado que logró la excarcelación con el pago de una fianza.
La denunciante aseguró que nunca los citaron ni informaron nada. Por ello, en abril de este año se acercó al Juzgado de Instrucción Uno para preguntar sobre el expediente y recién ahí fijaron fecha para Cámara Gesell y ampliación de denuncia.
“Hasta entonces la causa estaba encajonada. En agosto volví a preguntar y una persona que trabaja en el juzgado me contó que era vecina de la misma persona y también fue manoseada. Por eso, estamos seguros que hay muchas más víctimas”, indicó.
Lamentó que “la justicia está tan lenta y el abusador anda paseando por Oberá como si nada, entrando y saliendo de la Catedral como un santo. Vive con los padres y ellos son cómplices porque saben cómo es el hijo y jamás hicieron nada. En vez de tratarlo, lo encubren”.
“Conocemos a una chica que era su amiga y le pasó lo mismo, y cuando les contó a los padres del tipo le dijeron que si denunciaba nadie le iba a creer. Es chica después intentó suicidarse”, lamentó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.