“No soy pesado, soy re presado. No tenés idea con quien te metiste”, habría amenazado el terapista al cardiólogo. El inconveniente surgió por un reclamo de tipo económico. La causa está a cargo del Juzgado de Instrucción Dos
Un cardiólogo que se desempeña en el Hospital Samic de Oberá denunció por amenazas a un colega -un médico terapista- sobre quien solicitó la prohibición de acercamiento a 300 metros de su persona.
La causa se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá, a cargo de Horacio Alarcón. En paralelo la dirección del Samic tomó medidas internas.
“Ya nos vamos a encontrar nosotros, polaquito. Quiero ver si te animás a hablarme así de frente. Yo quiero ver si te animás a abrir la boca cuando me veas”, se lee en uno de los mensajes de Whatsapp presentados por el denunciante, identificado como Mauro P, como prueba contra Miguel Ángel R.
El primero reside en Oberá, mientras que el segundo tiene domicilio en la ciudad de Leandro N. Alem, aunque presta servicios en Oberá, tanto en el ámbito de Salud Pública como en una clínica privada.
Según reconoció el cardiólogo en su denuncia, el inconveniente con su colega surgió a partir de un reclamo de tipo económico.
Luego de recibir una serie de mensajes de tenor amenazante, el abogado de Mauro P. solicitó una medida cautelar urgente para preservar la integridad de su cliente ante la eventualidad de que el terapista trate de agredirlo.
Temor latente
Entre los Whatsapp aportados al juzgado interviniente, se cita uno donde el denunciado escribió: “Yo te hablo en el tono que yo quiero y cuando querés nos vamos a encontrar. Mal acostumbrado negrero de mierda. A mí no me hables en ese tono, entendés. Quiero ver si te animás a hablarme así en ese tono, polaquito. Yo te voy a enseñar cuántos pares son tres botas, negrero de mierda. No tenés ni idea quién soy yo”.
En otro mensaje mencionó: “No soy pesado, soy re presado. No tenés idea con quien te metiste. Ahora vos te vas a tener que encontrar conmigo donde sea, porque yo arreglo esto bien a lo peroncho, a las trompadas. Ya nos vamos a encontrar”.
En ese contexto, el cardiólogo dejó asentando en su denuncia que teme por su integridad física, ya que más allá de la clara referencia a una agresión, señaló que por terceros se enteró que su colega tendría antecedentes penales.
Al respecto, indicó que “como profesional de la salud no estoy habituado a este tipo de situaciones y claramente me siento amenazado por las expresiones del señor Miguel Ángel R.”.
En paralelo a la causa penal en marcha, la dirección del Hospital Samic inició un expediente interno y se ordenaron medidas para evitar que los profesionales se crucen en horario laboral.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.