Tras el retiro como tenista profesional, el obereño Diego Hartfield se enfocó el mundo bursátil y fundó Net Finance, empresa pionera del rubro en Misiones, que ya cuenta con más de 500 clientes. “No tenemos la verdad absoluta, pero esto es como el tenis: si vos le pegás 300 veces por día a la pelota, vas a tener más chance de pegarla mejor”, remarcó
La mayoría de los deportistas profesionales se retiran a una edad donde todavía tienen energía vital para encarar los más diversos proyectos, aunque a veces la transición es traumática y el rumbo se hace cuesta arriba. Muchos quedan enganchados al pasado y no encuentran pasión en otra cosa. No es el caso del protagonista de esta historia.
Diego Hartfield (43) inscribió su nombre en la lista de esos pocos privilegiados que alcanzaron el nivel del tenis internacional, con sus pros y sus contras, como toda actividad que demanda tanta entrega.
En la memoria de los obereños se guarda con orgullo aquel Roland Garros de 2006, donde el “Gato” Hartfield se midió con Roger Federer en un memorable partido donde el suizo se impuso 7-5, 7-6 y 6-2.
Esa fue una etapa. Estuvo ahí, lo disfrutó y, como todo, se terminó. Claro que queda el recuerdo, la anécdota de tremenda experiencia vivida.
Pero hoy el obereño está enfocado en otra cosa y le va muy bien, lejos del tenis. Una oficina austera, un par de pantallas y ningún indicio -cuadro o foto- de que el muchacho que está sentado del otro lado del escritorio llegó a ser 72 del ranking de la ATP.
Es operador de bolsa y está al frente de su empresa Net Finance, que empezó con tres personas y ya son 15 trabajando, con más de 500 clientes activos.
“No te voy a decir que somos un monopolio, pero acá en Misiones no existe alguien que esté tan especializado en mercados de capitales como nosotros”, comentó Hartfield, y agregó: “No tenemos la verdad absoluta, pero esto es como el tenis: si vos le pegás 300 veces por día a la pelota, vas a tener más chance de pegarla mejor”.
“Me gusta desmitificar eso de la ‘timba financiera’, porque atrás de esto hay un mundo real que usa el dinero para invertir y crecer”, remarcó.
Opinó que “el mercado internacional todavía no confía en la Argentina y ahí está el desafío más grande que tiene el gobierno (…) Milei está siendo admirado internacionalmente, pero yo creo en los mercados y en los precios. El mercado es como el espíritu de un montón de gente, y si el mercado no te está acompañando es porque hay algo que no funciona”.
¿Qué es la bolsa?
La bolsa tiene un esquema parecido al de los seguros. En realidad, acá podés abrir directamente una cuenta en una sociedad de bolsa, pero la mayoría de las empresas tienen muchos productores. Entonces uno abre la cuenta en una sociedad de bolsa a través de una persona que te gestiona todo. Yo, de curioso, hice el curso, me fui preparando e hice todas las presentaciones ante la CNV (Comisión Nacional de Valores) para matricularme. Fue como un año hasta que me salió la matrícula como agente productor. A partir de ahí arranqué, casi como un hobby, pero con la posibilidad de tener clientes.
¿Cómo te convertiste en un operador de bolsa?
En el 2015 empecé como inversor con el dólar futuro. Ya me había retirado hacía 4 o 5 años y estaba buscando qué hacer, digamos, porque sabía que en el mundo del tenis era complicado porque para prosperar ahí tenés que viajar mucho, y si había algo que no quería era viajar. Por eso creo que me retiré tan fácil, estaba cansado de viajar mucho. En esa búsqueda noté que el mercado en Misiones era algo que estaba muy poco explotado y nadie operaba en bolsa. Ahí me junté con Ignacio Abuchdid, que es el presidente de IEB (Invertir en Bolsa), un chico que jugaba al tenis y somos compinches. Empecé a invertir y noté que había un nicho para explotar en el interior. Ignacio me dice “bueno, dale, hacete el curso de productor de bolsa y sos productor mío”, y empecé.
¿Y te fue bien en esa primera inversión que hiciste?
Ah, sí. Me fue bien porque lo del dólar futuro era como un regalo de plata, vamos a decir. En aquel momento Vanoli, el presidente del Banco Central, vendía dólar futuro a precios muy baratos tratando de sostener la devaluación del tipo de cambio. Valía 10 pesos, y apenas ganó Macri se vino la devaluación que estaba súper cantada Se pagó mucha plata en pesos por esa diferencia de tipo de cambio. Entonces yo entré ganando plata, lo cual de alguna manera esa ganancia me financió mi conocimiento del mercado. Hasta ahí seguía siendo casi un hobby porque yo comentaba tenis en DirecTV, que era mi trabajo estable, pero era viernes, sábado y domingo, nada más, desde cuartos de final de los torneos. Entonces en la semana tenía tiempo y me fui metiendo más en el mercado, cuidaba mi plata y, de a poco, fui teniendo clientes. De repente empecé a tener un poco de clientes más grandes y me di cuenta de que podía ser una fuente de ingreso. Después, con el tiempo, ya con una cartera más sólida en Misiones, conocí a Sebastián Bordato que es mi socio. Él también trabajaba en IEB y se quería venir a vivir a Misiones porque su mujer es de acá. Le digo si te venís a vivir a Misiones, venite a Oberá, pongamos una oficina e intentemos hacer cosas juntos. Ya que es un campo desierto tratemos de monopolizarlo. Sebastián es un tipo súper comercial, que tiene mucha experiencia en bancos, en empresas, y yo soy muy de producto, de estar en la pantalla mirando todo. Y terminó siendo una alianza perfecta. Yo renuncié a mi trabajo en DirecTV y arrancamos nosotros dos con Pamela, que es nuestra gerente comercial. Así formamos Net Finance y hoy ya somos 15 personas en la empresa con más de 500 clientes activos. No te voy a decir que somos un monopolio, pero acá en Misiones no existe alguien que esté tan especializado en mercados de capitales como nosotros.
Imagino que debés estar atento a muchas variables del mercado. ¿Cómo es el manejo en el día a día?
Nosotros nos especializamos en pymes. Después tenemos muchas personas físicas que invierten. Pero nuestra especialidad son las pymes. Generalmente las pymes misioneras son empresas familiares donde no tienen un gerente financiero, simplemente tienen contadores, en algunos casos internos y en algunos casos externos. Los contadores no están especializados en materia financiera, simplemente en materia impositiva. Y nosotros hacemos eficiencia impositiva y financiera. Impositiva porque las cuentas de bolsa están exentas de muchos impuestos, sobre todo provinciales, que es donde muchas pymes paran la oreja enseguida. Y también financiera porque claramente estamos mirando el mercado todo el tiempo. No tenemos la verdad absoluta, pero esto es como el tenis: si vos le pegás 300 veces por día a la pelota, vas a tener más chance de pegarla mejor. Y acá estamos horas y horas llamando, tenemos contacto con gente de la primera escala desde el gobierno, banqueros, etc. También aprovecho un poco mi estatus de tenista porque hay muchos a los que les gusta el tenis. Yo soy un fanático de la pantalla y me gusta estar en constante contacto con un montón de inversores, periodistas especializados y hasta gente del gobierno que uno tiene la chance de hablar por el hecho de haber sido tenista. Sé que si pongo algo en mi Twitter personal lo lee gente muy arriba. Entonces me fui posicionando en un mundo financiero que no es demasiado grande y donde nos conocemos todos.
¿Qué puedo hacer hoy para invertir y que rinda la plata? Un consejo para la clase media, la gente que la está remando…
El mercado está hecho para todos. Las Bymas (Bolsas y Mercados Argentinos) tienen un producto que son los CEDEARs (Certificado de Depósitos Argentinos) que permite comprar un pedacito de las empresas más grandes del mundo en el exterior. O sea, si vos querés invertir en Apple podés hacerlo. Apple vale 220 dólares y el mercado argentino te lo fracciona para que puedas dividir eso por veinte y comprar un veintésimo de Apple en cinco mil pesos. Y si juntás veinte CEDEARs de Apple, podés convertirlo en una acción. Eso, siendo una persona de ingresos medianos, te permite invertir en el mercado más grande del mundo. El mercado argentino es muy inclusivo. Lo que no hay es conocimiento ni educación financiera, porque vos te comprás acciones de Apple y estás comprando dólares. Por eso digo que cada uno tiene que aprender a cuidar sus finanzas, meterse así como lo hice yo, con curiosidad y aprendizaje. Y aquel que no tenga tiempo, tendrá que buscar gente como nosotros que estamos capacitados para administrar carteras. Nosotros tratamos de perfilar al cliente. ¿Qué querés? ¿Le querés ganar a la inflación? ¿Le querés ganar al dólar? ¿Querés ser agresivo? ¿Querés ser conservador? Y a partir de ahí armar una cartera de inversión. Yo siempre sugiero que arranquen por el lado más conservador. Esto es como andar en bicicleta: no vas a leer un libro de cómo un hombre aprendió a andar en bicicleta. Tenés que subirte a la bici, meter una primera pedaleada y a partir de ahí entender cómo es el tema. Lo que sugiero es abran una cuenta, metan unos mangos y vean cómo funciona. ¿Por dónde empiezo? Bueno, es una cuestión de investigar. Yo sugiero que si quieren dólares, por ahí todo el mundo CEDEARs es algo bastante fácil de entenderlo.
¿Y con cuánto se puede arrancar?
No hay mínimo para arrancar. Una persona de a pie puede buscar en el Google y van a salir brokers que son de comisiones gratis y es realmente muy sencillo. Es una cuestión de meterse, animarse y buscar.
¿Y eso está regulado? ¿O se puede caer en estafas?
No, todo lo que es mercado de capital está regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Por eso yo sugiero que entremos siempre a la página de la CNV y ahí pueden ver cuáles son las Alyc (Agente de Liquidación y Compensación) que están reguladas por la CNV. Si comprás acciones estás comprando pedacitos de una empresa. Vos podés comprar una acción del Banco Galicia y tenés derecho de ir la asamblea y levantar la mano y votar. Me gusta desmitificar eso de la “timba financiera”, porque atrás de esto hay un mundo real que usa el dinero para invertir y crecer. Yo estoy convencido que un país va a crecer cuando su mercado financiero sea cada día más grande y robusto. Nuestro mercado financiero lamentablemente es muy chiquito. Tenemos una moneda que es muy débil. Eso hace que nuestro mercado financiero en comparación con nuestro PBI sea la nada.
Pero tampoco hay mucha información sobre la bolsa, no es algo tan masivo…
Es parte de la evolución. Creo que a mí me toca una etapa donde ya empiezo a lidiar con los hijos de los dueños de las pymes y, por ahí, tienen una mentalidad más abierta. Y para mí es una oportunidad porque gracias a eso tengo un terreno totalmente desierto para conquistar. Si ya estuviera minado el terreno, no estaría acá. Por suerte todavía estoy casi sin competencia y el día que haya una competencia ya tendré el 90% del market share, como se dice.
En 2011 te retiraste del tenis ¿Fue traumático? ¿Lo sufriste?
No se extrañó ni fue traumático. Estaba cansado. Fue suficiente, sentí que di todo lo que tenía que dar. A veces por ahí cuando miro Roland Garros o ahora Wimbledon, digo pucha, qué lindo estar ahí. Pero es porque es lo mejor de lo mejor del mundo del tenis. Fui dos o tres veces y nada más. Atrás de lo mejor, el mundo del tenis tiene 98 cosas que son durísimas: que viajás un montón, que estás solo. Aparte del nivel ATP es un nivel que yo por suerte lo toqué, pero fue un año. Estuve diez años en otro tipo de niveles, donde las canchas son malas, donde no ganás plata. Sería buenísimo estar ahí todo el año y ganar un montón de dinero, pero es muy difícil que eso suceda.
Tenés dos hijas que son chiquitas e imagino que por tu experiencia, lejos estás de generarle presión con el deporte, como se suele ver.
Al revés en mi caso. Yo por ahí era muy chiquito y tenía demasiadas presiones. Entonces no quiero que les pase lo mismo. Prefiero que se diviertan. Yo tengo una imagen: estábamos en la escuelita de tenis y vino el canal local para hacer una nota, iban enfocando a todos los chicos, pero la cámara se quedó conmigo y el reportero dijo “hay uno destacado, especial…”. Que a los 9, 10 años te cataloguen de destacado, especial, es mucha presión para un chico. Obviamente, uno aprende a convivir con esa presión y veces es lo que te ayuda a ser, entre comillas, exitoso en el deporte. Pero después también tiene sus complicaciones en la vida. No son quejas, para nada. Al contrario, es lo que me tocó. Y aprovecho lo bueno y lo otro trato de mitigarlo.
¿Y jugás al tenis? Porque es un deporte donde los rivales tienen que ser parejos, dentro de todo, para pasarla bien.
Sí, juego un poquito. Conseguí un compañero, Ale Gallandat, y con él por suerte solo peloteo por el medio, sin moverme mucho ni jugar puntos. Peloteamos, charlamos. Es un buen peloteo que me llega a subir bastante las pulsaciones, y que dura 40, 45 minutos. No estamos ahí para jugar puntos, lo que me piden todo el tiempo y que juegue un torneo, que haga una exhibición. Pero no.
¿Cómo analizás la situación de la economía nacional?
Te digo que medianamente todo lo que está pasando es lo que yo esperaba. Vamos a decir una primera etapa lógica, de viento a favor, con la gente bancando este cambio; y una segunda etapa donde de a poco la gente podría sentirse un poco más cansada con algunos matices. Hay cuestiones muy de fondo que hay que cambiar y requieren mucho tiempo, mucha confianza. Hay que estar atentos sobre todo a lo social, al cansancio de la gente por el ajuste y la recesión. Se necesita bastante coraje para seguir haciendo cambios rotundos que hay que hacer para que este país vuelva a crecer. No crecemos desde 2011. Si bien hay cosas en las que por ahí yo no estoy totalmente de acuerdo, creo que en el gobierno hay gente que está muy capacitada y que está sabiendo las cosas que hay que hacer. Pero en línea general, es un proyecto que se sabía que iba a atravesar un momento de bastante dolor como el que vivimos. Después una segunda parte donde pulir cosas para que el mercado también vuelva a confiar. El mercado internacional todavía no confía en la Argentina y ahí está el desafío más grande que tiene el gobierno.Y para lograr confianza tiene que ser un país sólido que respete sus instituciones y que respete su moneda. Creo que llevará mucho tiempo tener esa confianza porque nosotros históricamente incumplimos con todos los que nos prestaron dinero. Milei está siendo admirado internacionalmente, pero yo creo en los mercados y en los precios. El mercado es como el espíritu de un montón de gente, y si el mercado no te está acompañando es porque hay algo que no funciona.
¿Qué hay que cambiar para lograr esa confianza?
Siempre fuimos cambiando nuestras reglas de juego porque entra un gobierno y desarma todo lo que hizo el gobierno anterior. Si lo llevamos a lo deportivo, es como si yo tengo una lesión en la rodilla y estoy pensando en el torneo de la semana que viene. Pero hay un punto donde tenés que pensar en el resto de tu carrera. Parar, operarte y pensar que a partir de ahí vas a poder rendir mucho mejor con una rodilla al 100% y no con una al 60%, como ahora. Y nosotros estamos al 60% tratando de zafar la semana que viene.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.