La abogada Cristina Yanet Breit asiste a un joven que denunció un grave hecho de brutalidad policial en Salto Encantado. Asimismo, la letrada alertó que es intimidada por uniformados, por lo que acudió a Gendarmería. “Acá parece que no hay leyes para la Policía”, reclamó
La indignación de la abogada Cristina Yanet Breit trasciende lo profesional y hace foco en lo humano, ya que por estas horas atiende un caso de brutalidad policial en perjuicio de joven de la localidad de Salto Encantado que se encuentra detenido y aún afronta secuelas de los golpes padecidos.
Como si esto fuera poco, lo que motivó una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá y la intervención de la Comisión de Buenas Prácticas en Contexto de Encierro (ex Prevención de la Tortura), la propia letrada viene siendo intimidada en su estudio y domicilio particular por parte de efectivos de la comisaría local, lo que ya motivó una exposición ante Gendarmería Nacional.
“No podés caminar tranquilo por Salto Encantado porque ves a la Policía y tenés que salir corriendo por temor, siendo que están para cuidar a la sociedad. Pero eso pasa acá, en pleno siglo XXI”, alertó Breit en diálogo con este medio.
Con relación a la denuncia por torturas contra su cliente Jonathan N. (27), la misma pretende que se investigue la presunta responsabilidad del oficial subayudante Iván José Ezequiel E. y del agente Eduardo Ezequiel P.
Según explicó la abogada, la secuencia comenzó el pasado domingo 19 de enero, alrededor de las 20.30 en el casco urbano de Salto Encantado, circunstancia en que su defendido volvía a su casa y fue interceptado por un móvil policial.
“Le preguntaron que andaba haciendo, lo hicieron acercarse a la camioneta y cuando lo hizo, el oficial sacó el brazo por la ventanilla y le pegó una cachetada. Ahí se asustó y empezó a correr, le siguieron, le cerraron el paso sobre una vereda y lo detuvieron”, detalló.
Esposado y golpeado
En tanto, luego de ser revisado por el médico de turno en el Hospital local, como indica el protocolo, la patrulla se dirigió a la comisaría con el detenido.
“Lo llevaron al patio y lo golpearon de manera brutal. Fue aberrante. Literalmente, los policías lo reventaron a mi cliente, que está muy golpeado y tiene mucho miedo”, subrayó Breit.
A su vez, el damnificado fue imputado por resistencia a la autoridad, amenazas y lesiones leves -carátula habitual en este tipo de casos-, por lo que afronta una causa y continúa privado de su libertad.
Según comentó la abogada, los policías tendrían algunos raspones autoinfligidos, tal lo descripto por su defendido, quien a su vez presenta lesiones en el ojo derecho, el cuello, tórax y ambas muñecas.
“Yo lo vi y está muy golpeado. A mí los policías no me dejaron sacarle fotos, pero los funcionarios de Prevención de la Tortura sí pudieron hacerlo y constataron los golpes. Incluso, tiene las muñecas lastimadas porque lo golpearon con las esposas puestas”, subrayó.
De corroborarse dicho dato, quedaría desacreditada la versión de la resistencia a la autoridad que impulsa la Policía.
Breit también cuestionó el accionar de la segunda jefa de la comisaría de Salto Encantado, quien le negó los nombres de los policías implicados, lo que luego obtuvo con otra fuente oficial.
Asimismo, mencionó que luego de la denuncia es acosada por personal de la misma dependencia. “Todo el tiempo pasan frente a mi estudio y mi casa, como para generar temor. Por eso dejé asentada la situación en una exposición en Gendarmería”, indicó.
“No puede quedar impune”
La abogada también comentó que los abusos contra su cliente no constituirían un caso aislado, más bien sería una práctica habitual por parte del personal policial de la comisaría local que depende de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle.
“Acá parece que no hay leyes para la Policía, porque están malacostumbrados a hacer lo que quieren. Es algo muy común, pero la gente tiene miedo de denunciar”, lamentó.
Es más, indicó que en el caso que lleva adelante los testigos de la Policía habrían sido presionados para declarar a favor del procedimiento.

También aguarda el cotejo de las cámaras de seguridad de la zona donde su defendido fue detenido, lo que podría develar el accionar de los uniformados.
“Mi cliente está con mucho miedo y espero que en las próximas horas el juzgado lo libere. Al mismo tiempo, vamos a ir hasta las últimas consecuencias con los policías que lo lastimaron. Esto que pasó es gravísimo y no puede quedar impune”, agregó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.