Vecinos de avenida Pincen y Villaguay, a una cuadra del Hospital Samic de Oberá en dirección a la autovía, alertaron sobre el estado de abandono de un terreno baldío donde a diario se reúnen indigentes y adictos a consumir.
Incluso, el predio se ubica a un par de cuadras y son muchas las similitudes con el lugar donde años atrás asesinaron a la pequeña Rocío Zimmermann.
Se trata de una zona de alto tránsito peatonal, con muchos escolares, personal de salud y trabajadores en general que pasan por el lugar a toda hora.

Para colmo, de noche la iluminación es escasa, lo que hace aún más peligroso dicho sector. A metros se ubica la parada de colectivo urbano.
“Fui a la Policía y me dijeron que yo haga podar, pero es vereda y propiedad privada. También fui a la Municipalidad y tampoco me dieron respuestas. El dueño menos. Es un peligro por la capuera y de noche no hay ningún foco. Nadie hace nada y en cualquier momento van a lastimar o violar a alguien”, opinó un vecino.

El horrendo antecedente de Rocío Zimmermann
Vale recordar que, a un par de cuadras del lugar, también sobre avenida Pincen, hubo que lamentar un hecho criminal que conmocionó a los obereños: el brutal asesinato de la pequeña Rocío Zimmermann, de 11 años.
El hecho se registró el 4 de septiembre de 2008, en un terreno baldío ubicado sobre Pincen y San Pedro, a unos 80 metros de la Seccional Tercera y a 200 metros de la casa de la víctima.
El cadáver fue encontrado boca abajo y semidesnudo. El homicida utilizó una media de la propia niña para asfixiarla.
En principio, un adolescente de 16 años fue vinculado por el testimonio de varios testigos que el día del crimen lo vieron macheteando en las inmediaciones del lugar del hecho. De todas formas, las pruebas de ADN allanaron el camino para la liberación del joven.
En los días posteriores al horrendo crimen, la familia y vecinos de la víctima criticaron la falta de mantenimiento del baldío donde fue hallado el cuerpito de la nena. Precisamente, el asesino actuó con total impunidad camuflado por la espesa maleza del lugar.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.