“EX COMBATIENTE, HÉROE DE LA GUERRA DE LAS ISLAS MALVINAS”, se lee en el DNI de quien en vida fue Roberto Gonzalvez (60). Pero su entrega a la patria no fue correspondida por quienes debieron velar por su salud.
El pasado 6 de agosto, Gonzalvez sufrió un ACV y tuvo que ser derivado desde El Soberbio, donde residía, al Samic de Oberá. Estuvo en terapia y lentamente se fue recuperando, al punto que luego de dos meses, ya en condiciones de ser trasladado, y al ser afiliado al IPS, a mediados de octubre fue derivado a una clínica privada de Oberá.
Según comentaron familiares, el paciente se hallaba estable y requería una intervención menor. Pero surgió un inconveniente que, increíblemente, no pudo resolverse: el cirujano “no tenía tiempo” para operarlo.
Dicha situación habría afectado su salud y Gonzalvez falleció el 25 de octubre, sin ser intervenido, tras doce días internado en la clínica a la cual fue derivado por el IPS.
¿Negligencia? ¿Abandono de persona? ¿Qué hicieron las autoridades locales del IPS?
Ahora el organismo inició un una investigación interna y se tiran la pelotita, pero Gonzalvez ya murió. Un héroe de la patria, víctima de las pirañas del sistema que atienden de los dos lados del mostrador y ganan mucha plata con la salud (y la vida) ajena.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.