Campo Grande: acusado de violar a su propia hija estuvo preso 79 días y al final resultó inocente

Un falso test de embarazo practicado en el Hospital de Campo Grande complicó al padre de una nena de 11 años. La declaración de la menor también fue contradictoria. Finalmente, la justicia liberó al sospechoso de toda culpa y cargo

El 29 de octubre de 2021, una nena de 11 años ingresó con molestias al Hospital de Campo Grande, su madre refirió sospechas de abuso sexual y la menor fue sometida a un test de embarazo que arrojó resultado positivo.

Radicada la correspondiente denuncia, cinco días después la Policía detuvo al progenitor de la criatura, identificado como Guillermo Fernando E. (38), quien padece retraso mental moderado.

Pero la condición del sospechoso, corroborada por certificados médicos, no fue impedimento para que sea alojado en una celda común de la Comisaría de Campo Grande.

En tanto, si bien la contraprueba descartó el embarazo de la niña, el implicado continuó detenido por los dichos de la presunta víctima en Cámara Gesell, donde mencionó “me abusaron”, pero sin dar detalles del significado de ello.

Asimismo, en una posterior pericia psicológica la niña se desdijo e incurrió en contradicciones, mientras que la profesional a cargo descartó síntomas de angustia.  

El examen físico tampoco halló indicios compatibles con abuso sexual, tal como se cita en el expediente.

En este contexto, tras 79 días tras las rejas, el 21 de enero del año pasado el acusado fue beneficiado con la falta de mérito y recuperó la libertad, aunque seguía supeditado al expediente.

Pero transcurrido el plazo que estipula la ley para la recepción de nuevas pruebas, el pasado 16 febrero el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, resolvió “sobreseer totalmente” al progenitor de la menor.

Al respecto, Miriam K., madre Guillermo Fernando E., anticipó que pretenden demandar a las autoridades del Hospital local por mala praxis y daños y perjuicios.

Enorme perjuicio

La mujer cuestionó duramente el accionar del personal de salud que en primera instancia dictaminó que la menor estaba embarazada, lo que luego fue desestimado mediante un segundo test y una ecografía.

“Lo que hicieron fue un mamarracho que nos generó un enorme perjuicio, sobre todo a mi hijo. Él tiene retraso madurativo y está con tratamiento psicológico porque estuvo preso 79 días en una celda común, siendo que padece una discapacidad. Es mucho el daño que nos hicieron con esta falsa denuncia”, remarcó.

Visiblemente consternada, agregó: “Mi hijo fue acusado injustamente y con el correr de la investigación se demostró que todo fue una mentira. Primero decían que violó y embarazó la hija, pero después que la manoseó, lo que tampoco es cierto. Me duele por mi nieta, que fue inducida por la madre, y también me duele por mi hijo porque tuvo que padecer esta injusticia”.

Texto del sobreseimiento definitivo

Contó que ella y su hijo criaron a la menor, ya que la progenitora la abandonó de bebé.

“Pero estuvo un tiempo con la madre y surgió esto. No entiendo por qué la madre inventó algo así, capaz para tapar otra cosa que pasó en su casa”, especuló.

Mencionó que hasta la obtención de la falta de mérito contaron con la asistencia de un defensor oficial, pero luego recurrieron a un abogado particular que logró el sobreseimiento definitivo.

“Y ahora vamos a demandar a todos los responsables de este mamarracho”, anticipó la progenitora.

Acusación endeble

Con relación a la acusación, en el expediente se cita que en el Hospital de Campo Grande dictaminaron que la menor cursaba un embarazado de cuatro semanas, lo que activó la denuncia contra el papá.

Según consta en la acusación original, la madre mencionó que su hija le contó que el hombre abusada de ella cuando la abuela paterna se ausentaba. Tamaña acusación, más el citado test, derivaron en la detención del sospechoso. 

Según reconoció Miriam K., la niña habría sido fruto de una relación casual entre sus progenitores. Tanto es así, que a las pocas semanas de nacida la criatura quedó a cargo de ella (la abuela paterna) porque la madre no contaba con medios económicos para criarla y el padre se había mudado temporalmente a Buenos Aires.

De esta forma, la menor siempre vivió con la abuela y tuvo escaso contacto con su progenitora, a pesar de residir en la misma localidad de Campo Grande.

En cambio, luego que su padre regresó de Buenos Aires retomó el vínculo con él y se veían casi a diario, aunque vivían en casas separadas.

El 5 de agosto de 2021 la abuela paterna se presentó ante la comisaría local y radicó una exposición donde dejó asentado que hacía entrega de su nieta a su madre biológica, ya que debía iniciar un tratamiento médico en la ciudad de Posadas.

Fue así que la pequeña se mudó con su madre, al tiempo que siguió en contacto con su padre. En ese contexto se registró la denuncia por abuso sexual y la posterior detención, aunque finalmente la justicia sobreseyó al progenitor de toda culpa.

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